Cómo hizo el animal este trayecto es, según su propietario, Dámaso Torres, la principal incógnita de este sorprendente hecho, aunque él mismo apunta que el animal realiza "acompañado" tres veces a la semana este recorrido entre su domicilio en el centro de Barcelona y la casa que su cuñada se compró en La Floresta el pasado verano, por lo que conjetura que Sixty se coló en un vagón sin que los inspectores se dieran cuenta "que viajaba sin billete".

En este sentido, fuentes de Ferrocarriles de la Generalitat explicaron a que no tienen constancia de que ninguno de sus controladores viera a una perra suelta, ni en los vagones ni en las estaciones del centro o de Plaza Cataluña, donde sus dueños suelen coger el tren hacia el Vallés.

Sin embargo, la empresa ve "factible" que la perra, si no ladró y estuvo tranquila, se pudiera colar y realizar el trayecto sin que nadie se diera cuenta de que iba sola, e incluso en el caso de que algún vigilante la hubiera visto, éste pudo pensar que era propiedad de la persona que la tuviese al lado.

El pasado martes 6 de diciembre, Dámaso Torres y su compañera, que viven en un piso compartido en Barcelona junto a sus dos mascotas emprendieron un viaje hacia Amsterdam tras dejar a Sixty en La Floresta, y a Espuma, hija de la anterior, en casa de otros familiares.

Sobre las 03.00 de la madrugada del miércoles 7, la pareja recibió un mensaje SMS de su compañera de piso que les decía que había encontrado a Sixty" en el rellano de la casa, después de que algún vecino le permitiera posiblemente entrar en la finca, o quizás en un descuido.

Ya lo había intentado una vez

Tras ponerse en contacto con sus familiares, éstos reconocieron que el animal se había logrado escapar tras un primer intento frustrado por unos conocidos que reconocieron a la perra, cuando estaba sola... junto a la estación de La Floresta, a unos 25 minutos de la casa en la que la habían dejado.

Otro de los factores que según Torres ayudaron a su mascota, "que nunca antes había hecho nada parecido", a retener mentalmente el camino es que se trata de un cruce entre galgo y lazarillo, una raza esta última con gran capacidad para la orientación.

"Además está acostumbrada a estar con nosotros y cuando podemos nos las llevamos por ahí, por lo que se pondría nerviosa y decidió ir a buscarnos", asegura su dueño muy satisfecho.