Fueron los vecinos los que alertaron a la Policía de que esta mujer paseaba a los ejemplares adultos por la calle, llamados 'Iguana iguana'. Los agentes comprobaron que las iguanas eran animales protegidos por su peligro de extinción.

También se percataron de que la propietaria de los ejemplares no disponía de los correspondientes permisos y documentación acreditativa.

Por este motivo, los agentes intervinieron las dos iguanas que, además, están consideradas como potencialmente peligrosas por tratarse de reptiles de la fauna salvaje que sobrepasan los dos kilos de peso.

Tras cumplimentar las correspondientes actas de intervención, los animales quedaron depositados en el Centro Municipal de Fauna de Nazaret, a disposición del Administrador de la Aduana Principal de Valencia (sección Contrabando).