El alcalde de Ribadeo (Lugo), Fernando Suárez, alertó hoy de que las intensas inundaciones que sufren varias parroquias de este municipio lucense se han visto agravadas por la canalización de varios regatos realizada por las obras de la Autovía del Cantábrico (A-8) y por las "dificultades" que impone la Xunta para otorgar los permisos pertinente para cortar ramaje y árboles en los laterales de cauces.

En declaraciones a Europa Press, el regidor atribuyó los problemas en las zonas costeras del municipio a que las obras de la autovía A-8 llevaron a que, "de unos 30 regatos que había antes, ahora quedan diez", de forma que los que quedan "concentran tanta agua que se convierten en ríos" que discurren por las laderas.

En cuanto a las parroquias interiores, unido a la orografía, se quejó de que los vecinos "se encuentran con muchos problemas para que la Xunta les conceda las autorizaciones pertinentes para cortar ramaje y árboles en las márgenes de los regatos", por lo que ramas y troncos arrancados por las lluvias ahora obstaculizan los ojos de los puentes y favorecen que sean arrasados por el agua.

Este es el caso del puente del lugar de A Ponte, en la parroquia de Arante, que según explicó el alcalde, "ya ha sido arrasado" por la riada, por lo que equipos municipales proceden a señalizar este y otros caminos que pudiesen suponer un peligro para evitar riesgos a la población.

Precisamente, tres vecinas de esta zona tuvieron que ser rescatadas a las 8.00 horas de sus casas con la ayuda de una pala excavadora, a la que se subió el propio alcalde para ayudar en la evacuación, según relató a Europa Press. Aparte de Arante, las zonas más afectadas son Covelas, Cedofeita, Vilaframil y A Devesa.

Además de equipos municipales, también se han sumado a las labores para paliar las consecuencias medios privados, como palas excavadoras de particulares que colaboraron en labores como hacer "una especie de talud" para encauzar un poco el agua y permitir evacuar a vacas de una explotación ganadera que había quedado cercada por el agua.

Plan conjunto

Ante esta situación, Fernando Suárez demandó "un plan conjunto" a las diversas administraciones para afrontar los daños causados por las intensas lluvias caídas de forma continuada en las últimas horas. Al respecto, señaló que el Ministerio de Fomento deberá "urgentemente redefinir y estudiar" la canalización de las aguas, "que antes no se acumulaban de esta forma".

En cuanto a la Xunta, la invitó a "repensar" la gestión sobre la limpieza de los cauces fluviales y además, demandó a ambas instancias y a la Diputación de Lugo que "echen una mano" para reparar la "multitud de caminos destrozados, los puentes y cultivos arrasados y las viviendas y carreteras inundadas" porque prevé que las arcas municipales no puedan afrontar la cantidad de daños.