Berlusconi quiere cambiar la Constitución porque "habla mucho de los trabajadores"

  • El primer ministro italiano declara que la Carta Magna "casi nunca habla de las empresas y de los mercados".
  • Afirma que la "estructura institucional" de Italia convierte en un "infierno" gobernar.
  • Considera que el Estado se ha desarrollado de "forma excesiva".
El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi.
El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi.
ARCHIVO / EFE
El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi.

El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, arremetió este miércoles contra la "estructura institucional" de su país que, según dijo, convierte en un "infierno" gobernar y transformar los diferentes proyectos en leyes concretas.

También criticó la Constitución, sobre la que opinó que necesita una puesta al día ya que está "muy pasada" y "habla mucho de los trabajadores pero casi nunca de las empresas y de los mercados". Así, propuso actualizarla a través de la revisión de su artículo 41, que regula la actividad económica y su orientación hacia fines sociales.

Berlusconi hizo estas declaraciones en Roma durante su intervención en la asamblea de la patronal artesana Confartigianato, en la que consideró además que el Estado se ha desarrollado de "forma excesiva".

Opresión burocrática

El mandatario subrayó que en Italia "no existe sólo una opresión judicial y fiscal, sino también burocrática" y apuntó que la desconfianza hacia los empresarios nace de la "cultura comunista que, desde los años setenta ha sido predominante y mira con recelo a los empresarios".

"Para la cultura comunista quien hace empresas es un estafador, un evasor o un explotador por definición", arguyó.

Berlusconi subrayó además que Italia jamás contó tanto a nivel internacional como ahora y lo atribuyó en parte a lo que llamó la "política del cu-cú", en alusión a la broma que hizo en 2008 durante una cumbre bilateral Alemania-Italia al exclamar "cu-cú" al paso de la comitiva asustando a la canciller alemana, Angela Merkel.

"La política del cu-cú es una política de amistad hacia los otros líderes políticos, a los que puedes pedir lo que quieres y puedes hacerlo con una llamada telefónica", dijo.

Berlusconi aprovechó también para defender el controvertido proyecto de ley conocido como ley mordaza, que contempla severas multas y castigos para aquellos periodistas y editores que publiquen escuchas telefónicas de investigaciones policiales o judiciales, y que ha sido muy criticado por el mundo de la prensa y de la oposición.

"Tan sólo un pequeño grupo de presión de magistrados y periodistas es contrario a la ley sobre las escuchas, la mayor parte de Italia está cansada de no poder utilizar el teléfono por temor de ser espiado", señaló.

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