El presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, ha pedido que sus guardaespaldas no sean demasiado altos, según ha publicado Le Parisien. Éste es el último episodio de los problemas de altura de Sarkozy, que mide 1,65 centímetros y que ha recopilado el diario británico Daily Telegraph.

El Telegraph recuerda que el presidente francés, que mide menos que el propio Napoleón, se esfuerza continuamente por no aparecer en público tan bajito, ya sea en sus actos oficiales con con su alta esposa, Carla Bruni, que por cierto ya solo usa zapato liso.

Entre los trucos de Sarkozy destacan sus zapatos con alzas. También ha sido fotografiado poniéndose de puntillas en encuentros con otros líderes mundiales, o utilizando una caja para posar, codo con codo, con el presidente de EE UU, Barack Obama.

Elegir a los bajitos

El diario británico cuenta otro momento controvertido, el que ocurrió en la visita presidencial a una fábrica de piezas automovilisticas, cuando al parecer se habría seleccionado a los obreros menos altos para que posaran junto al mandatario francés. El Elíseo desmintió dicha información, pero los propios trabajadores admitieron haber sido seleccionados por su baja estatura, "para no ser más grandes que el presidente", dijeron.

La talla de Sarkozy es un elemento recurrente en las tiras cómicas de la prensa francesa, que retratan al presidente como un enano. En el mes de abril, además, el Elíseo protestó un anuncio en Alemania de un coche pequeño de citróen que pedía a sus clientes que hicieran como Madame Bruni y se decantaran por un "pequeño modelo francés".