Carbonero aseguró que ese ajuste del sector público "ha afectado a la negociación colectiva", de forma que, según aseguró, "están parados el 99 por ciento de la negociación de los convenios, ya que las empresas privadas están a la espera del recorte de sueldos de los funcionarios".

Por ello, expresó su preocupación por que "sea el empresario el que tenga la última palabra para despedir sin la tutela judicial o autorización administrativa cuando la empresa diga que está en una situación de crisis".

Asimismo, el dirigente de CCOO-A aconsejó al PP que "no digan que ellos son los defensores de los derechos de los trabajadores, cuando su actitud es de retroceso en estos derechos".

Por su parte, el secretario general de UGT-A, Manuel Pastrana, sentenció que la negociación de la reforma laboral está "condenada a muerte" desde que el Gobierno aprobó el real decreto, toda vez que, a su juicio, el Gobierno envió un mensaje "claro" de que "estaba dispuesto a decretar para la eliminación de derechos básicos de los trabajadores en beneficio de los empresarios".

"La decisión adoptada ha condenado a todos los procesos de negociación en marcha", se lamentó el dirigente de UGT-A, para el que "lo que realmente importa en la negociación de la reforma laboral es si el empresario puede o no libremente despedir en las condiciones que el considere, en función de que él indique que su empresa atraviesa una situación de crisis".

Por último, apuntó que CCOO y UGT no van a permitir que "los trabajadores se queden desprotegidos sin que exista una tutela sobre su empleo" y advirtió de que "se llegará al nivel de conflictividad que haga falta".