Los jubilados en la región ya casi igualan a los niños

  • Los mayores de 65 años son ya 921.000 y los menores de 15 años, 953.000.
  • Los expertos prevén el copago de los medicamentos y más calidad educativa.

En los próximos años, los servicios sociales se tendrán que orientar a la construcción de más centros de salud y de mayores, mientras que los colegios y guarderías estarán menos saturados. Éstas serán las principales consecuencias sociales del vuelco que está sufriendo la pirámide demográfica de la región: los madrileños mayores de 65 años ya son casi tantos como los menores de 15, según el Informe Sociodemográfico de la Comunidad, presentado este martes por la Consejería de Familia.

Concretamente, ya hay 921.347 madrileños en edad de jubilación, mientras que los niños son 953.781. Además, esta tendencia al envejecimiento se acentúa cada vez más. Por un lado, la esperanza de vida media en la región ya alcanza los 82 años (85 en mujeres y 79 en hombres), tras incrementarse en cuatro años durante el último lustro. Por otro lado, el INE prevé un baby crash durante la próxima década, con el nacimiento en la región de un 14% menos de niños.

"El envejecimiento y la baja natalidad serán una carga difícil de superar en el futuro para nuestras sociedades del bienestar. La amenaza no es para mañana, pero sí para pasado mañana, hay que pensar ya nuevas políticas sociales", advierte el demógrafo y presidente del Instituto de España, Salustiano del Campo.

Las pensiones, el reto

Con este panorama, los expertos creen que lo más complicado será mantener las pensiones. "El retraso en la edad de jubilación no bastará. Al final es probable que se tengan que elevar las cuotas a la Seguridad Social", prevé el economista y catedrático de Sociología de la Universidad Rey Juan Carlos, Alfonso de Esteban.

Además, los mayores necesitarán más equipamientos, como centros de día y residencias de ancianos. La Comunidad tendrá que "destinar más recursos económicos para servicios sociales, ayudas a domicilio y centros de mayores", según José Luis Martín-Caro, coordinador del Centro de Estudios Sociales Beatriz Galindo. Familia se centra en aumentar plazas y organizar actividades para mayores. Sin embargo, el reto será limar la coordinación entre Administraciones para que las ayudas a la dependencia lleguen a sus destinatarios.

Mientras, la sanidad tendrá que gastar más dinero en atender los achaques de más ancianos. "Vamos hacia el copago sanitario: los pacientes pagarán más por los medicamentos e, incluso, es posible que se llegue a cobrar por cada consulta", explica De Esteban. De momento, el Ministerio de Sanidad prepara un plan para reducir el gasto farmacéutico: entre otras medidas, los médicos tendrán que recetar sólo la dosis justa.

La otra cara de la moneda está en la educación. Al haber menos niños, las aulas no estarán tan saturadas, el profesor podrá dedicar más atención a cada niño y se incrementará el gasto por estudiante. En consecuencia, se prevé que se aumente la calidad educativa, concluyen los sociólogos.

Ancianos solos en sus viviendas

A los achaques típicos de la edad, muchos mayores madrileños añaden un doble problema: viven solos en su domicilio. Los hogares unipersonales han crecido un 36,8% en los últimos cinco años y casi la mitad de estas viviendas están habitadas por mayores de 65 años, según el Informe Sociodemográfico de Madrid. "Los hogares unipersonales son característicos de las grandes ciudades, donde vive gente más solitaria y sin apoyo de su familia, que necesitan más urgentemente las ayudas sociales", explica Salustiano del Campo.

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