Un policía dispara y hiere de muerte a un pasajero que aseguraba que portaba una bomba

Un agente federal disparó e hirió de muerte el miércoles al estadounidense Rigoberto Alpizar en el aeropuerto internacional de Miami, después de que éste asegurara que portaba una bomba. La policía confirmó más tarde que Alpizar no llevaba ningún artefacto explosivo.
El avión de American Airlines, rodeado por los agentes
El avión de American Airlines, rodeado por los agentes
Reuters
El avión de American Airlines, rodeado por los agentes

El portavoz del Ministerio de Seguridad de EE UU, Brian Doyle, anunció que el incidente se produjo después de que el aparato, un Boeing 757 perteneciente a la compañía American Airlines y que procedía de Medellín (Colombia), aterrizara en el aeropuerto internacional de Miami para efectuar una escala.

Rigoberto Alpizar, de 44 años, que había embarcado en Miami, comenzó a correr por el avión y gritó que guardaba una bomba en su equipaje de mano. Poco después fue interceptado por dos agentes federales, pero logro huir del avión.

De acuerdo con Doyle, uno de los dos policías persiguió al sujeto, logró que se detuviera y le ordenó que se tendiera en el suelo. El pasajero no obedeció y aparentemente llevó las manos a su bolsa de mano, por lo que el agente le disparó y le causó la muerte.

Una mujer, supuestamente su esposa, gritó que el hombre padecía una enfermedad mental

Mary Gardner, una de las pasajeras del avión, declaró que una mujer, supuestamente la esposa del abatido, gritó que el hombre padecía una enfermedad mental poco después de que se escucharan los disparos.

"Es mi esposo, es bipolar y no ha tomado su medicación", gritó la mujer, según Gardner, quien añadió que no presenció el tiroteo pero que escuchó entre tres y cinco disparos.

Gardner añadió que tras el tiroteo, la policía subió al avión y ordenó a los pasajeros que se quedaran quietos y pusieran las manos detrás de la cabeza.

"Fue un momento de temor. No nos dejaban movernos ni menos tocar nuestros equipajes o bolsos", dijo.

La zona alrededor del terminal D, donde quedó estacionado el avión, fue cercada por las autoridades.

Inmediatamente después de ocurrido el incidente se paralizó el tráfico aéreo en el aeropuerto de Miami que volvió a ser reanudado minutos después.

No había bomba

La policía confirmó a última hora del miércoles que no había ningún artefacto explosivo en el equipaje del fallecido.

El agente Jim Baur, encargado de la investigación del caso, descartó que éste tenga vinculación con un acto terrorista.

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