"Mi nombre es Ruben y vivo en Holanda. Estoy bien, pero me duelen las piernas". Ruben van Assow, de nueve años, ha contestado así desde Tripoli, donde está ingresado desde el pasado miércoles, cuando se convirtió en el único superviviente de un accidente aéreo en el que perdieron la vida 103 personas.

Un periodista del diario holandés De Telegraaf logró ponerse en contacto con el niño, que se alegró mucho de oir hablar a alguien en su propia lengua. Al principio se emocionó pensando que se trataba de un familiar. "Estoy acostado en un hospital. Hay hombres y mujeres. No sé cómo he llegado aquí.  Lo único que quiero es volver a casa. Ducharme y vestirme".

Ruben no recuerda nada del accidente. Viajaba con su familia procedente de Sudáfrica, donde habían estado en un safari, en un vuelo de Afriqiyah Airways que se estrelló cuando trataba de aterrizar en el aeropuerto de Trípoli. Entre las víctimas había 61 ciudadanos holandeses. El niño fue operado de múltiples fracturas en las piernas, pero su estado general es estable.

Vuelve a Holanda este sábado

El menor no recuerda nada del accidente y al parecer aún no sabe que sus padres, Patrick y Trudy, y su hermano mayor, Enzo (de 11 años de edad) están muertos. Hasta la capital libia ya han viajado los tíos de Ruben, Jeron e Ingrid, para acompañarlo.

Las autoridades ya preparan el traslado del superviviente a Holanda. Según De Telegraaf, llegará a la base aérea militar de Eidenhoven el sábado a mediodía. Los familiares han solicitado que llegue a esa terminal para proteger la privacidad del niño y evitar un encuentro con la prensa.