Según la calificación a la que ha tenido acceso Europa Press, los hechos se produjeron a las 19.30 horas del 13 de febrero de 2008. Posteriormente, el día 17 la abuela, aprovechando la ausencia de su marido, solicitó a una vecina que llamara al médico y "prohibiéndole que avisara a la policía".
Una vez avisado, el facultativo alertó a los agentes, quienes le acompañaron al domicilio, donde encontraron a la mujer en la cama con múltiples hematomas que motivaron su traslado al servicio de urgencias Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA). Una vez allí se comprobó que la anciana padecía fracturas costales y contusiones en brazo, mano y rodilla izquierda, así como en la parte baja de la espalda que le había causado su nieto y de las que tardó en curar 21 días.
El acusado, que ya fue condenado por un delito de atentado en 2006, no podrá acercarse a menos de 500 metros de su abuela ni comunicarse con ella durante dos años.
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