Han grabado en los estudios Castle Oaks de Los Ángeles bajo la batuta de Sebastian Kris, responsable del sonido de discos de Chayanne, Bisbal o Maná. Pero que nadie se asuste: Lori Meyers siguen sonando a Lori Meyers.

¿Cómo fue por Los Ángeles?

Aquello es increíble. Una cuidad hecha a lo grande. Y los estudios son impresionantes.

¿Y con Sebastian?

Muy bien. Teníamos dudas, pero es un profesional y supo entender nuestro enfoque. No hay que tener prejuicios.

¿A qué se refiere el título del disco? ¿Ha alcanzado el destino ya a Lori Meyers?

El título tiene ese punto caótico que reflejan las letras. Hay más canciones personales, y todas se reflejan en el nombre.

También hay más ritmo y electrónica que nunca...

El single va por esa línea, pero el disco tiene de todo. Seguimos sonando a nosotros, pero hemos evolucionado.

¿Cómo se siente un grupo indie en una multinacional?

Siendo independiente, es imposible estar cómodo en una multi. No estamos preparados para que nos mande nadie. Somos muy cabezones.

Los Planetas, La Habitación Roja, Lori Meyers... ¿se han puesto de acuerdo todos los grupos indies para sacar disco a la vez?

¡Son unos cabrones! Si nos lo hubieran dicho, nos lo habríamos repartido (risas).

¿Vive buen momento la escena independiente española?

Hay una gran cantera de grupos. Antes estaban sólo Los Planetas. Ahora están Tachenko, Delorean, Love of Lesbian, Vetusta Morla...

¿Están infravalorados los grupos españoles?

Desde luego. Llegan discos americanos a 20 euros y nos los tragamos con papas, y la gente no compra el de Maga a 14 porque son de aquí.

Esta noche tocan en Madrid, ¿qué va a ver la gente?

Lo de siempre: bases contundentes, guitarras agresivas, intensidad... Nos dejamos la piel. Y hay ganas de volver a Madrid. Es la ciudad más especial para nosotros. Madrid es Madrid, y para todos los españoles debería ser así. Es la ciudad de las oportunidades.

BIO. Formados en Loja (Granada) en 1998, tomaron su nombre de una canción de NOFX. Han publicado cuatro discos.