De este modo, el objetivo de esta iniciativa es garantizar la viabilidad del sistema actual y contribuir a mejorar la competitividad empresarial ante las enormes dificultades financieras que están teniendo que afrontar.

La propuesta de las empresas familiares defiende la necesidad de reducir en dos puntos las cotizaciones a la Seguridad Social que soportan las empresas para que se iguale a la que realizan los trabajadores. Además, establece la edad de jubilación entre los 65 y 70 años según la naturaleza del sector y pide que se tengan en cuenta todas las aportaciones que se realizan durante la vida laboral.

Asimismo, Amefmur consideró que se deberían separar las fuentes de financiación del sistema sanitario con las de las pensiones y solicitó que se aumente la edad mínima de prejubilación, al tiempo que se avanza en la reforma del mercado laboral.

Y es que, el programa que presentó la asociación hace referencia a la creación de un sistema de ahorro personal, gestionado por el Gobierno, en el que irían acumulando las cotizaciones voluntarias de los trabajadores y que serviría como complemento a la pensión.

"La situación que afrontamos exige una gran acuerdo nacional para poner en marcha una serie de reformas estructurales que den a la economía el impulso que necesita", señaló el presidente de Amefmur, José María Tortosa.

Finalmente, consideraron que esta reforma del sistema, introducida en el debate político por el Gobierno el pasado mes de febrero, supondría la primera reforma estructural de la década, y su realización crearía el clima adecuado para alcanzar otros acuerdos pendientes en la economía española.