El primer secretario del PSC, José Montilla, advirtió hoy a CiU de que no se confíe porque luchará "como nunca" para ganar las elecciones catalanas, y que lo hará en la recta final de la carrera, y también acusó a la federación de cambiar principios por votos.

Lo dijo en su primer discurso como candidato oficial del PSC, después de que el Consejo Nacional lo ratificara por unanimidad con el voto a favor de los 341 miembros que asistieron al acto de los 423 consejeros nacionales socialistas. Sólo Montilla descartó votarse a sí mismo, y bromeó con que se arrepentiría si le iba de un voto. Hace cuatro años emitió un voto en blanco.

"Estoy en forma y preparado, no lo dudéis. Lucharé como nunca para ganar, y cuento con todos vosotros", exclamó Montilla, quien agradeció el apoyo recibido y expresó su ilusión para reeditar su puesto al frente de la Generalitat. Sin embargo, bromeó con que es difícil que se 'desmelene' en esta campaña, tal y como le pidió el conseller de Agricultura, Joaquim Llena.

Advirtió de que tienen "muchas más posibilidades" de ganar de lo que CiU piensa, porque, pese a que en las encuestas van segundos, lucharán para ganarse la confianza de los ciudadanos. "Ganaremos en la recta final de la carrera, en el momento decisivo. No se trata de ganar las encuestas, sino las elecciones, y estoy convencido de que las ganaremos", indicó.

Explicar la obra del govern

Admitió, sin embargo, que no han conseguido mostrar lo suficientemente bien la obra de Govern realizada hasta el momento, pero "una explicación no del todo acertada no debe tapar el buen trabajo hecho".

"Nuestros adversarios lo saben. Si somos capaces de explicar todo lo que hemos hecho y queremos hacer tendrán muchas dificultades para continuar negando la evidencia", manifestó Montilla, quien hizo un alegato en favor del trabajo realizado por todos los gobiernos de izquierdas, también el de Pasqual Maragall.

Precisamente, lamentó que en las intervenciones de las agrupaciones y federaciones del PSC nadie citara a Maragall, de quien reivindicó su etapa como presidente de la Generalitat al frente de un gobierno "progresista y de izquierdas".

Aseguró que el ambiente creado por CiU no impedirá que defienda con "contundencia" que, durante los siete años de gobierno de izquierdas, Catalunya ha mejorado "mucho más que con 23 años de gobierno de derechas".

Por eso, sostuvo que hará lo que sea para que el 'ascensor social' catalán funcione, porque como socialista no renunciará a sus principios ni los esconderá. Y es que, en su opinión, hay quien está dispuesto a cambiar sus principios por votos, en clara alusión a CiU.

"No es lo mismo defender la rebaja del despido que el derecho de los trabajadores; suprimir Sucesiones que mantenerlo para las grandes fortunas; tratar a la inmigración haciendo que los ayuntamiento se conviertan en delatores que ayudándoles en favor de la integración", indicó.

Además de erigirse como garante de la defensa del bienestar y la protección social y de una España plural, entre otros aspectos, arremetió también contra el PP, y se mostró dispuesto a liderar la lucha contra la corrupción y la defensa de la justicia, en alusión al proceso abierto contra el juez Baltasar Garzón.

"Tengo muy claro lo que quiero, lo que más le conviene. Continúo creyendo que el nuestro es el mejor proyecto para Catalunya. Tengo la fuerza para conseguirlo", concluyó.