En declaraciones a Europa Press Televisión, una sevillana que se vestía con este tradicional atuendo por primera vez, María José manifestó que "después de varias generaciones" de mujeres vistiéndose de mantilla en su familia, ha decidido este año vestir esta prenda que antaño se utilizaba para pasear por la calles.

En este sentido, aseguró que es un día que se vive "con mucha ilusión desde muy temprano", ya que como dijo, se visitan las capillas y se acude a los Oficios de las diferentes hermandades que procesionarán en la madrugada del Jueves al Viernes Santo.

Al hilo, admitió que esta tradición en su familia la introdujo su bisabuela y el vestido por excelencia de las sevillanas este día consiste en una mantilla sostenida con peineta, que se luce con un vestido negro y zapatos de salón del mismo color, a ser posible de tacón, "siempre respetando unos cánones" clásicos.

Además, este atuendo se adereza con un rosario, un broche, guantes negros, "pendientes que suelen ser antiguos" y el pelo recogido en un "moño antiguo, con la cara despejada", concretaron otras sevillanas que también se habían vestido de mantilla para la ocasión, aunque admitieron que "lo más importante es la mantilla".

"el traje de luto español"

En concreto, una de ellas, Leticia aseguró que, aunque es la primera vez que se viste de esta guisa, "es una experiencia muy bonita que nunca antes había vivido", a lo que sumó que según manda la tradición "las mujeres se visten de mantilla porque es el traje de luto español y significar guardar el luto por la muerte de Cristo". De ahí, añadió, "que se visiten los Sagrarios".

Por su parte, otra residente en Sevilla, Conchi indicó que le gusta "mucho" vestirse el Jueves Santo de mantilla, aunque señaló que no siempre lo hace. No obstante, apuntó que es un día "que no se puede explicar con palabras".

Por último, otra sevillana que era la segunda vez que lucía este atuendo, Susana coincidió en admitir que "es una tradición familiar, que una tiene que sentir porque se lleva por dentro", al tiempo que calificaba el día de Jueves Santo como "muy bonito y muy tranquilo". "Es el día de antes el que se vive con muchos nervios, pero disfrutándolo", concluyó.