Clos, que participaba en un seminario sobre la creación de nuevos barrios, reconoció el «riesgo de aislamiento» de La Marina por el hecho de encontrarse separado de otras áreas habitadas de la ciudad, pero confió en que el refuerzo de los ejes viarios y la llegada de la L9 del metro permitirían evitarlo.

En el mismo seminario también se ofreció una primera aproximación de cómo podría quedar el área de la Sagrera una vez construida la nueva estación ferroviaria para el AVE.

La inmensa superficie –de 200 y hasta 500 metros de ancho– que cubrirá el espacio por donde irán soterradas las vías quedará sin edificar, creando así un corredor cuyos usos todavía no se han definido (los vecinos reclaman que sea una zona verde con vegetación).

Como la Diagonal

Jaume Carné, responsable de los proyectos urbanísticos del entorno de la Sagrera, aseguró que las características de la cobertura de las vías impedirán crear un parque, pero será un «espacio público». Éste quedará delimitado en ambos lados por altos edificios (de 7 y 8 plantas, «como en la Diagonal», dijo Carné), que se añadirán a la torre de Frank Gehry.

100.000 pisos más en cinco años

La creación de nuevas áreas residenciales en La Marina y en la Sagrera se incluyen dentro del plan municipal de crear entre 65.000 y 100.000 nuevas viviendas hasta el 2010, según Oriol Clos, director de proyectos y planes urbanos del Ajuntament. El crecimiento demográfico hará que en los próximos 15 años, la ciudad necesite entre 420.000 y 500.000 nuevas viviendas, aseguró Miquel Sodupe, director gerente de Barcelona Regional.