El alcalde se dirigía a La Boqueria cuando vio a dos mujeres pidiendo dinero en una acera de las Ramblas. Clos, con gesto severo, les indicó que se marcharan. Las mujeres le obedecieron hasta que el alcalde giró la esquina. Entonces volvieron a sentarse en la acera y siguieron pidiendo limosna. Si la ordenanza estuviera aprobada, los agentes de la autoridad podrían haberlas sancionado. Clos se mostró confiado en conseguir el apoyo de ICV durante el mes que falta para aprobar la ordenanza.
Clos recrimina a dos mujeres que pidan dinero en la calle
El alcalde de Barcelona, Joan Clos, predicó ayer con el ejemplo aplicando la ordenanza de civismo que aún no ha entrado en vigor.
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