En declaraciones a los periodistas, Aguilar manifestó que la Junta de Andalucía ha estado al lado del Ayuntamiento de Córdoba y de las ciudades afectadas por las inundaciones a consecuencia del temporal, por lo que aseguró la colaboración y el compromiso de la administración autonómica para trabajar "desde la lealtad institucional, respondiendo en positivo a los afectados por el temporal".

Rosa Aguilar reconoció que ha vivido la situación de manera singular porque "afecta al corazón y al sentimiento al ver a cientos de familias afectadas y que en este momento no tienen prácticamente nada". Asimismo, al igual que el alcalde de la ciudad, Andrés Ocaña, agradeció "la colaboración y solidaridad del pueblo de Córdoba", teniendo en cuenta que aún queda "un camino difícil porque todavía el tiempo no da tregua".

Preguntada por si esta visita podría ser entendida en clave electoralista, la consejera respondió que no es tiempo electoral y tiene tanto "respeto, cariño y afecto" por las personas que han sido afectadas por el temporal, que aunque se estuviera en pleno periodo electoral le parecería "absolutamente despreciable que alguien quisiera utilizar electoralmente una situación de desgracia de muchísimas familias". Aguilar destacó que se siente comprometida con si ciudad y le preocupa la situación de las familias afectadas.

Alojamiento y comida

Por su parte, el Ayuntamiento de Córdoba ha ofrecido en esta semana un total de 1.765 comidas (entre desayunos, almuerzos y cenas) a los vecinos de las parcelaciones afectadas que lo han solicitado. Estas comidas se han servido en la Residencia de Mayores del Barrio Guadalquivir, en el Pabellón Deportivo Municipal de Margaritas y en el centro cívico de Alcolea.

Igualmente, el Consistorio volvió a dar alojamiento la pasada noche a quienes así lo han solicitado. En total han sido 43 personas, 17 de ellas menores. Además, en colaboración con Cruz Roja, se han repartido un total de 432 kits de ropa y otros 270 de higiene, 298 pares de zapatos, 239 mantas y 63 sacos de dormir.

Por el momento, ya han podido volver a sus casas los vecinos de Alcolea, San Isidro de la Alameda, La Altea y La Forja, mientras el acceso está aún restringido en algunas zonas de Ribera Baja y sobre todo en Majaneque y Guadalvalle, las dos parcelaciones más afectadas, ya que algunas de las viviendas se encuentran aún con parte de sus estructuras sumergidas en el lodo.

Mientras, continúan los trabajos para extraer el barro de las calles y las parcelas, retirar los enseres y devolver la zona a la normalidad. En total, repartidas en las distintas zonas afectadas, trabajan 43 máquinas más 14 camiones de la Empresa Municipal de Saneamientos de Córdoba (Sadeco).

Durante esta semana, el Ayuntamiento de Córdoba, además, ha movilizado a más de medio millar de operarios, entre Policía Local, Bomberos, Protección Civil, trabajadores de las áreas de Infraestructuras, Bienestar Social, Urbanismo, Sadeco y Emacsa, en un dispositivo especial organizado por las inundaciones.

Los vecinos siguen entrando en sus viviendas acompañados por agentes de la Policía Municipal, si bien la entrada sólo se permite a pie para evitar que la aglomeración de vehículos impida a las máquinas realizar su trabajo. Mientras, vehículos municipales trasladan a los vecinos a sus casas para ayudarles a transportar sus pertenencias.

Por su parte, la delegada del Gobierno andaluz, Isabel Ambrosio, se reunió hoy con los alcaldes de los municipios afectados por las inundaciones en la provincia a quienes les explicó que deben hacer una valoración de los daños en equipamientos e infraestructuras municipales y también sobre los gastos excepcionales que ha ocasionado el apoyo que los municipios han prestado a los vecinos como consecuencia de esta situación.

Informó de que desde la Junta de Andalucía se ha pedido igualmente a los ayuntamientos que realicen una valoración actualizada de la situación de los daños en infraestructuras rurales y caminos, así como en polígonos industriales o viviendas. También, la administración autonómica va a trabajar para el restablecimiento de la normalidad en la red de carreteras.