Desde hace unos años hay un nuevo elemento con el que poder jugar y variar la estética de nuestro hogar sin afrontar engorrosas obras ni costosas inversiones. Hablamos de los recubrimientos.

Elegir una pared, una columna o cualquier otro elemento arquitectónico de la casa y transformarlo puede a su vez dar un aire completamente diferente a toda la estancia.

Muchos de estos revestimientos tienen, además, excelentes cualidades aislantes, que evitan tanto la entrada de ruidos como la pérdida de calor, con el consiguiente ahorro energético y disminución de ruidos.

Y además de aislar y decorar, son una solución perfecta para tapar paredes irregulares o con desperfectos.

Aunque hay más tipos de revestimientos (microcemento, metales...) los más usados son  telas, maderas y aquellos que imitan materiales naturales como la piedra, elmármol, el ladrillo,  la pizarra...

Normalmente los revestimientos de piedra o que imitan la piedra se colocan en salones, zonas de paso, recibidores e incluso cuartos de baño.

Las telas pueden convertir una pared de un salón o un dormitorio en algo espectacular de ver. Es frecuente que una pared tapizada en una suntuosa tela se encuentre en el cabecero del dormitorio.

Y con las maderas se panelan cocinas, comedores, dormitorios...

Esta última opción suele aportar un toque de clasicismo y calidez, incluso cuando se escoge madera de color blanco. El panelado en madera se puede llevar a cabo cubriendo toda la paredo hasta cierta altura, que es lo más usual para saturar menos.

De todas formas las normas están para romperlas. Hoy día es perfectamente posible tener un baño panelado completamente en maderas preparadas para la humedad con resultados sorprendentes.

Precios hay para todos los gustos. Pero es posible encontrar soluciones desde nueve o diez euros el metro cuadrado.