En total se solicitaron 2.230 bajas, de las que 2.174 fueron disfrutadas por las mujeres. En el caso de las féminas sí que ascendió más de un 7%.

En España existe esta posibilidad desde 1999, siempre y cuando la mujer se lo ceda al hombre. Sin embargo, la normativa no es tan beneficiosa como en otros países de la Unión Europea.

En Noruega, por ejemplo, se puede elegir entre disfrutar de un año de baja con el 80% del sueldo o diez meses con el salario íntegro.

En Castilla y León

Por su parte, la comunidad es la cuarta región de España en la que, porcentualmente, más varones pidieron este permiso, un 2,33% del total de solicitudes. Tan sólo están por delante el País Vasco, Navarra y la Comunidad Valenciana. Donde menos se pide en Murcia, sólo el 0,89%.

5 preguntas sobre...El permiso de paternidad

1¿Quién lo pide y cuánto es? Se contempla en la Ley de Conciliación Familiar y Laboral de 1999 y prevé que, aunque el permiso de maternidad le corresponde a la madre, el padre puede disfrutar de hasta un máximo de diez de las 16 semanas de baja, si la mujer se las cede. En caso de adopción, el padre puede disfrutar de las 16 semanas.

2¿Pueden coincidir la madre y el padre de baja? No, los permisos no pueden solaparse. Si los dos trabajan, ella tiene las seis primeras semanas de recuperación del parto y decide quién disfruta el resto.

3Requisitos y prestación. Hay que tener cotizados en la Seguridad Social 180 días dentro de los cinco meses anteriores al parto. La baja da derecho al 100% del sueldo.

Eman Vara. «La madre es quien debe y quien sabe encargarse del pequeño, sobre todo de los cuidados básicos. Es poco tiempo, porque no cubre ni el periodo de lactancia del bebé. A los cuatro meses hay que dejar al niño con un desconocido».

Carlos Arenas. «Mi mujer fue la que se cogió el permiso. En nuestro caso era mejor por temas laborales, pero creo que, además, ellas están más cerca del niño. El tiempo es escaso. Estamos a la cola de Europa. ¡Qué menos que seis meses!».

Fernando de la Cuesta. «Las madres tienen una sensibilidad especial y seguro que el niño lo agradece, aunque a mí no me importaría. Deberían dar más tiempo. El mayor posible. Si se tiene que fastidiar alguien, que por una vez sea el empresario».

J. Ángel Marcos, funcionario.

«Es muy gratificante cuidar a un bebé»

En su caso no cuidó a un bebé, pero sí se puede decir que a un recién nacido de dos años y tres meses, que desconocía el país, el idioma y, sobre todo, el afecto de unos padres.

¿Alguien dirá que ya era mayor y no era necesario?

Había que adaptarlo y acostumbrarlo a su nueva vida. Tenía problemas de psicomotricidad y no conocía el idioma. Había que estar encima de él todo el tiempo.

¿Así que fue muy duro?

Duro, pero muy gratificante ver cómo avanzaba día a día.

¿Y por qué no la madre?

Por razones laborales, es autónoma y tenía trabajo que no podía dejar.

¿Y si hubiera sido un bebé?

También hubiera tenido que cogerla yo por trabajo, pero ella tendría que haberse implicado mucho más.

¿Habría que estudiar el caso de los autónomos?

Yo creo que sí.