El Ayuntamiento de la localidad altoaragonesa de Monzón cambiará de ubicación el paso de cebra de la carretera N-240, próximo a la plaza de Aragón y el Puente Viejo, para facilitar la circulación a los peatones. El Consistorio ya está realizando gestiones en este sentido.

El objetivo es enlazar la boca del puente, el paso de peatones y, al otro lado de la carretera, la acera que lleva al paseo de Barón de Eroles y la calle Calvario, según indicaron fuentes municipales.

En la actualidad, el extremo del puente se topa con una barandilla y obliga a los peatones a girar a la derecha y transitar por un trozo de acera estrecho y falto de estética. En la margen izquierda de la carretera, la obra deberá coordinarse con los trabajos que viene realizando la empresa encargada de restaurar el Puente Viejo y en el derecho, la ejecutará la Brigada Municipal.

La cabina de teléfonos que se encontraba en mitad de la acera ya ha sido retirada, y también es necesario trasladar una farola. La acera se remodelará para recibir el paso de cebra. El concejal de Urbanismo, Miguel Aso, señaló que "la intención municipal es que el proyecto de reforma que se ejecute en su día en la avenida de Lérida recoja el acercamiento de este paso de peatones a la plaza de Aragón todo lo que sea posible, con el consiguiente ensanchamiento de acera en ese ámbito".

Por otro lado, Urbanismo también ha previsto remodelar la intersección del Puente Viejo con la calle Pano y la salida del pasaje Loarre. El concejal Miguel Aso explicó que "se trata de coordinar los trabajos de finalización del encuentro de las obras del Puente Viejo con esta reforma, con el objeto de configurar una plazoleta de calzada diferenciada, mejorando el entronque entre el Puente Viejo, la calle Pano y la avenida de Goya".