La L6 parece condenada a ser la oveja negra de las líneas del metro de Madrid. Ni siquiera las obras de modernización del pasado verano han conseguido aupar a la circular en las preferencias de los usuarios. La encuesta de calidad del suburbano la sitúa, un año más, como la peor valorada por el público, con una nota de 7,09.

Entre junio y septiembre del año pasado, Metro invirtió 27 millones de euros en la mejora de la línea: sustituyeron la catenaria por una nueva, modernizaron la ventilación, cambiaron los raíles para evitar vibraciones y ampliaron vestíbulos. El servicio se cortó en cuatro fases aprovechando la época con menos viajeros.

En octubre, un mes después de la reapertura, hicieron una encuesta a los clientes. Y la mayoría no apreció los cambios: el 57% cree que la línea sigue igual o peor que hace un año. Los aspectos menos valorados son las paradas anormales de los trenes (5,67), la temperatura y ventilación (6,16) y el ruido (6,19).

Sin embargo, la línea mejora respecto a 2008, cuando se llevó un 6,76. "Tras el cambio de la catenaria no ha habido ni una avería eléctrica y por primera vez la puntúan sobre 7", explican en Metro. Y las mejoras seguirán: en mayo empiezan a introducir 30 nuevos trenes del modelo 8400 e implantarán el sistema CBTC para mejorar la frecuencia.

Viaje en un horno entre empujones y averías

Cuatro universitarios que cogen a diario la circular guían a 20 minutos en un viaje por la línea. "Sin duda, la 6 es la peor con diferencia". Francis, estudiante de Filología Clásica, "sufre" la línea circular a diario en sus viajes a la universidad. Sube en Ciudad Universitaria junto a sus compañeros Alba, José Luis y Miguel Ángel. Nunca saben si llegarán a tiempo a clase o a los exámenes: "Al menos una vez a la semana se para durante 5 minutos en cada estación; siempre está averiada", se queja Miguel Ángel.

Metropolitano, Guzmán el Bueno, Cuatro Caminos..., en cada parada suben decenas de personas. Y en el vagón no cabe ni un alfiler: "La aglomeración es un agobio, deberían pasar más trenes", propone Alba. Por no hablar del calor: "Ahora en invierno se soporta, pero en verano esto es un horno", comenta José Luis. Como usuario habitual, se toma a risa las obras de verano: "¿Mejoras? ¿Aquí? ¿En la 6? Ja, ja".

MetroEste y L12, lo mejor

La L5 es la segunda con peor nota (7,15), sobre todo por el ruido de los vagones. En cambio, las líneas más apreciadas son las nacidas tras las recientes ampliaciones: MetroEste (7,9), MetroSur (7,8) y MetroNorte (7,78). Pese a todo, la red obtiene un notable (7,5), la mejor nota de su historia. Los aspectos que más suben son las escaleras, el espacio en los vagones y la ventilación.

"Vas leyendo y llegas puntual"

Ni coche, ni autobús, ni Cercanías. El 95,8% de los usuarios aconsejan el metro como transporte público. A pesar de las quejas por las averías o el tarifazo del Metrobús, los madrileños están contentos con su metro. El principal argumento es el de la puntualidad ("sabes a la hora a la que vas a llegar a tu cita", dicen), la comodidad ("puedes ir leyendo el periódico") y el ahorro de tiempo ("evitas los atascos y el aparcamiento").

Hablan los viajeros

Salomé Gil, usuaria de la L6, 42 años

Para Salomé, viajar en la L6 es como una aventura diaria: "Siempre hay algún problema, se para mucho, el tren se queda averiado en cualquier sitio". Estos parones, cuando llevas prisa, son un fastidio: "Al final llegas 20 minutos tarde a tu cita". Y además, "los trenes son muy viejos, necesitan un cambio ya".

José Colodrón, viajero ocasional, 26 años

José está en la capital de paso y sólo tiene palabras positivas para el metro de Madrid: "Está mucho menos masificado, es más nuevo y menos caótico que el de otros lugares. Por ejemplo, el de Londres no tiene ni punto de comparación con éste. No está sucio, es más moderno y va rápido por el túnel".