El alcalde consideró que toda la polémica generada por la capitalidad, suscitada por la futura ley de veguerías, "ha servido para algo positivo: para unir a la sociedad, las instituciones y las fuerzas políticas en una unidad de defensa de la ciudad".

Ballesteros pronunció estas palabras durante la conferencia que anualmente celebra el Colegio de Periodistas en la demarcación de Tarragona, en la que la capitalidad ocupó una buena parte de los parlamentos.

Bajo el título 'Tarragona ante una década decisiva', Ballesteros habló de los desafíos de futuro a los que se enfrenta la ciudad. Explicó, por ejemplo, el Plan Tarragona 2022, que aglutinará por primera vez los 16 planes estratégicos que conviven en la ciudad. El Plan "define una concepción global de Tarragona a partir de un análisis de fondo de los diferentes sectores económicos, del medio ambiente, la cultura, la calidad de vida y las infraestructuras"

El alcalde también analizó los proyectos más importantes para este 2010, como la transformación del edificio de la Tabacalera en la Ciudad de la Cultura, la aprobación provisional del POUM, la inauguración de Teatro de Tarragona, las obras del Mercado y la redacción del estudio informativo de la fachada marítima.

Ballesteros se disculpó por las "molestias" que están causando las obras del Mercado Central. "Durante un tiempo provocaran incomodidades. Las solucionaremos y valdrá la pena. Ganaremos un magnífico equipamiento comercial en el centro de Tarragona", dijo.

Durante la conferencia también se habló de datos económicos. Ballesteros habló de las medidas que lleva a cabo el ayuntamiento para frenar la crisis, como el descenso de la presión fiscal, los escolares que viajan de forma gratuita en autobús y la congelación del IBI, entre otras.

Por último, el alcalde afirmó que en este momento "es imprescindible un cambio de ritmo" y que "Tarragona tiene que dejar de ser la ciudad de los proyectos para ser un proyecto de ciudad".