El Gobierno de Malasia anunció este domingo que investigará al personal de la Fuerza Aérea que supuestamente robó de un hangar el motor de un caza para luego venderlo por 50 millones de ringit (14,5 millones de dólares) a una empresa sudamericana.

El ministro de Defensa, Ahmad Zahid Hamidi, dijo que la compañía, cuya nombre no fue revelado, contrató a uno o varios trabajadores de la base para sacar el motor de allí y del país sin levantar sospechas. Hamidi añadió que Malasia emprenderá acciones legales contra la compañía por tráfico ilícito de equipos militares.

El diario local New Straits Times informó de que los hechos ocurrieron hace más de un año, cuando unos oficiales se dieron cuenta de que el motor había desaparecido durante una inspección rutinaria. La Policía ha detenido a cuatro personas, incluidas las dos personas que realizaron la transacción ilegal y dos miembros de la Fuerza Aérea que les asistieron.

El periódico malasio afirmó que la empresa sudamericana ejerció de intermediaria y el motor de inyección fue finalmente adquirido por una empresa de Oriente Medio.