Pasiones de cine y fútbol

  • Cintas sobre estrellas del balón, jugadores convertidos en actores, partidos que motivaron películas...
  • Dos criaderos de mitos que a veces se encuentran.
  • La última, un DVD sobre 'la roja'.
De izq. a dcha., fotogramas de 'La extraordinaria historia del NY Cosmos', 'Días de fútbol', 'Rudo y cursi', 'El milagro de Berna', 'La otra final' y 'Quiero ser como Beckham'.
De izq. a dcha., fotogramas de 'La extraordinaria historia del NY Cosmos', 'Días de fútbol', 'Rudo y cursi', 'El milagro de Berna', 'La otra final' y 'Quiero ser como Beckham'.
20MINUTOS.ES
De izq. a dcha., fotogramas de 'La extraordinaria historia del NY Cosmos', 'Días de fútbol', 'Rudo y cursi', 'El milagro de Berna', 'La otra final' y 'Quiero ser como Beckham'.

El Barça-Madrid del domingo paró el mundo, o eso creen los futboleros. Quizá tengan razón: de capa caída la religión y la política, el fútbol se transformó en el gran vínculo común de la humanidad. Se hizo omnipresente en las sociedades pudientes, mientras que la globalización, que no enriqueció a los pobres, sí les permitió ver partidos por la tele. Africanos en pueblos remotos se agolpan ante un Manchester United-Chelsea, mientras en Latinoamérica y  Japón los niños dudan sobre si ser Messi o Cristiano Ronaldo.

Una nueva fe que el cine no ignora. El irlandés Best fue un talento desmesurado y efímero. Balón de Oro en 1968, murió arruinado y alcohólico. Antes fue protagonista de Fútbol como nunca (1970), donde Hellmuth Costard lo seguía con ocho cámaras durante los noventa minutos de un partido. El experimento se repitió en Zidane: un retrato del siglo XXI (2006), donde Douglas Gordon y Philippe Parreno posaban su mirada en el francés.

Sólo un cineasta como Emir Kusturica podía ganarse la confianza de Maradona y reflejar su vida en un documental. Maradona by Kusturica (2008) no sólo indaga en los orígenes del '10', sino que repasa momentos de su vida deportiva y se para en su compromiso político con Fidel Castro, Evo Morales y Chávez.

En el otro extremo, La extraordinaria historia del NY Cosmos recuerda la opulenta experiencia de Pelé o Beckenbauer cuando trataron de difundir el fútbol en EE UU.

Entramado con la Historia

En ocasiones, un partido de fútbol sirve para analizar momentos históricos. El milagro de Berna (Sönke Wortmann, 2003) partía del sorprendente triunfo alemán en la Copa del Mundo de 1954 para reflexionar sobre la sociedad teutona tras la II Guerra Mundial.

Un día en Europa (Hannes Stöhr, 2005) aprovechaba un partido entre el Deportivo y el Galatasaray para mostrar con cuatro historias las semejanzas y diferencias culturales en Europa.

La célebre Evasión o victoria (John Huston, 1981) se inspiraba en un hecho real para reunir un amplio elenco de estrellas futbolísticas y cinematográficas, pero todavía era más apasionante La otra final (Johan Kramer, 2003), documental sobre el partido en el que Bután y Montserrat dilucidaron cuál era la peor selección del planeta.

Del estadio al plató

Deporte cinematográfico por excelencia, el boxeo representa a la perfección el ascenso y caída de un mito. En el fútbol, las historias de debacles no han sido tan frecuentes: en los últimos tiempos destacó Rudo y cursi (Carlos Cuarón, 2008), pero era mejor la brasileña Boleiros, érase una vez el fútbol (Ugo Giorgetti, 1998), donde varios ex jugadores se reunían en un bar a recordar lejanos momentos de gloria.

El francés Cantona, uno de los futbolistas más geniales de la historia, ha devenido en un carismático actor que, además de parodiarse en Buscando a Eric (Ken Loach, 2009), ha participado en buenas películas como La fortuna de vivir (Jean Becker, 1999). No es el único: Vinnie Jones también aparece en Snatch, cerdos y diamantes (Guy Ritchie, 2000) o X-Men 3 (Brett Ratner, 2006).

Los cincuenta trajeron a rutilantes estrellas del balompié a España. Su carisma los llevó a participar en películas en las que, casi siempre, se interpretaban a sí mismos, como Alfredo di Stéfano en Once pares de botas, Saeta rubia o La batalla del domingo, o Ladislao Kubala (Los ases buscan la paz).

Superación

Los últimos años trajeron películas como El portero (Gonzalo Suárez, 2000) o las cómicas Días de fútbol (David Serrano, 2003) y El penalti más largo del mundo (Roberto Santiago, 2005).

Pero si de algo le ha servido el fútbol al cine es para narrar historias de superación personal. ¡Goool! (Danny Cannon, 2005) relataba cómo un niño mexicano, emigrante ilegal, terminaba triunfando en el fútbol profesional (en la segunda parte hasta fichaba por el Real Madrid y jugaba con Raúl). Gracie (Davis Guggenheim, 2007), sobre una niña que quiere ser profesional, vendría a ser una especie de Billy Elliot cambiando a chico con tutú por chica con botines de cuero.

Y, por supuesto, Quiero ser como Beckham (Gurinder Chadha, 2002) también mezclaba balompié y feminismo, a través de las penurias de una chica inglesa de origen indio que pretendía escapar de tradiciones e imposiciones familiares para dedicarse al fútbol profesional y emular a su gran ídolo.

Cien años de selección

Sinónimo durante décadas de fracasos y frustraciones, la selección española es en los últimos tiempos motivo de orgullo. Este buen momento deportivo, que puede confirmarse el próximo verano en el Mundial de Sudáfrica, coincide con el centenario del combinado, que Santiago A. Zannou (director de El truco del manco) refleja en El alma de la Roja.

En el documental, Zannou no sólo repasa los triunfos más destacados a lo largo de la historia (las Eurocopas de 1964 y 2008 o el oro olímpico de 1992), sino que entrevista a destacados internacionales como Iker Casillas, Luis Suárez, Antoni Ramallets o Emilio Butragueño, que explican el sentimiento que implica representar a la selección nacional.

El documental, rodado en vídeo en alta definición, se pone a la venta el 8 de diciembre en DVD y se proyectará en los cines desde el 9 del mismo mes.

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