Sus padres

Henry Fonda: «No mostraba sus sentimientos. Mi relación con él fue difícil».

Frances Seymour: «Mi madre no sabía querer. Cuando se suicidó, yo tenía 12 años. No lloré. Luego descubrí que sufrió abusos sexuales cuando era pequeña y la perdoné».

Sus matrimonios

Roger Vadim: «Hice tríos porque él me lo pedía y tenía miedo de que me abandonara. Él no me obligó».

Tom Hayden: «Fui la única que no veía que él me menospreciaba».

Ted Turner: «Bebía hasta anular mis sentimientos para tenerlo contento».

Activismo político

Guerra de Vietnam: «Me metí en política convencida de que había que acabar con las matanzas de Vietnam. Es muy triste la guerra en Irak».

Enfermedad

Bulimia: «Cuando una mujer quiere ser perfecta, se convierte en vacía. Yo llené el vacío comiendo. Me hice experta en vomitarlo todo».

Su vuelta al cine

«Dejé mi profesión porque no me producía placer, y hace pocos años me di cuenta de que actuar me volvía a resultar placentero», explica Jane, cuyo trabajo más reciente, La madre del novio, está en cartelera. Con títulos tan célebres como Barbarella; Danzad, danzad, malditos, o El regreso, Fonda también es conocida como la reina del aeróbic, una faceta que desarrolló en los años ochenta.