Con un look andrógino, tupé ochentero y la mirada ahumada por el eyeliner, Natalie Portman se asoma al último número de la revista V, donde confiesa, entre otras cosas, su preocupación por envejecer o su posición ante los desnudos cinematográficos.

"Hay actrices que hace sólo cinco años eran grandes estrellas; ahora, prácticamente han desaparecido", denuncia la intérprete de 28 años, para quien cumplir los 40 en esta profesión es "muy, muy complicado".

A pesar de ésto, los remedios antiaging o la cirugía estética no son para ella: "Espero no llegar a utilizarlos", afirma.

Portman, a quien en el pasado admite que le costó quitarse la ropa ante las cámaras, también habla de su papel en la próxima película de Darren Aronofsky, Black Swan (Cisne negro). En ésta, protagoniza una escena de alto voltaje sexual con su compañera de reparto, la actriz Mia Kunis. "No es una escena obscena, sino extrema", avisa la israelí.

Para ella, sin embargo, el problema no está en el desnudo en sí mismo, sino en las páginas web que promueven la pornografía: "Es muy probable que esa escena de la película termine en una de esas webs, estamos dando material a sites de mierda, esto siempre ha supuesto un dilema para mí", concluye.

La joven interpretará en el filme a una bailarina que siente una gran rivalidad por una compañera.