Los cebos envenenados causan la muerte cada año a unos 300 animales en la provincia de Granada. Se trata de una práctica delictiva que la delegación de Medio Ambiente de la Junta se ha propuesto erradicar.

En concreto, durante el año pasado los cebos provocaron la muerte de 303 animales, de todo tipo: predadores, mascotas y hasta especies protegidas por estar en peligro de extinción.

Según los datos de Medio Ambiente, la víctima más habitual de los señuelos infectados es en el zorro: hallaron 101 cadáveres. Le sigue el perro, con 81 ejemplares. Y el resto se reparte entre unas 40 especies.

Entre ellas había especies protegidas como 14 buitres comunes y un quebrantahuesos, varias águilas, dos azores, y otras especies como 9 búhos reales, 13 tejones e incluso 4 jabalíes.

Además, Granada es la provincia andaluza donde se han encontrado más cebos envenenados. Le sigue Jaén, Córdoba y Almería. Para erradicar en lo posible esta práctica, Medio Ambiente ha puesto en marcha en Granada una unidad de 13 personas, dotada con perros entrenados, que inspecciona los cotos, hace trabajos de investigación, habla con los guardas forestales y controla la venta de fitosanitarios.

Actividad delictiva

Precisamente la facilidad para acceder a estos produtos en tiendas autorizadas hace que sea complicado evitar el uso de veneno para matar animales en el campo de forma indiscriminada. Una actividad delictiva que pone en peligro la fauna, flora, espacios naturales e incluso la vida de las personas.

Los cebos envenenados se utilizan para mejorar las condiciones de las fincas. «El problema es pillar in fraganti al infractor», según el delegado de Medio Ambiente, Francisco Aragón. La sanción dependerá si se trata de una especie protegida, de la cantidad de veneno y de su ubicación.