Uno de los primeros problemas que tuvo Nintendo con la Wii después de su lanzamiento fue la wiitis, los dolores musculares que producía jugar durante mucho tiempo con la consola. Otro problema fueron los "mandos voladores", los controladores que salían disparados contra los televisores al romperse la correa que debía mantenerlos sujetos a la muñeca.

Ante el primer problema, Nintendo poco puede hacer. Respecto al segundo, se tomaron varias medidas: se regalaron fundas protectoras para que el mando de la Wii no se resbalase en las manos, se cambiaron las correas e hicieron que en todos los juegos se recomendase el uso de la misma.

Sin embargo, esto no ha hecho que los monitores del mundo puedan encenderse y apagarse tranquilos. Con la Wii llegó la proliferación de accesorios con mil y una formas para el mando: raquetas, espadas, palos de golf, pistolas...

En un vídeo colgado en YouTube puede verse cómo el presentador de una teletienda demuestra el funcionamiento de uno de esos accesorios con forma de raqueta. Para ello utiliza el tenis de Wii Sports y comienza a mover el mando con gran ímpetu.

¿El resultado? Un monitor menos y cientos de personas salvadas de comprar accesorios de baja calidad.