Tiene menos de un día de vida, pero al pequeño Óscar no le faltan los padrinos. Una patrulla de la Guardia Civil asistió este lunes el parto de su madre, Olga Munizaga, de 31 años, que se puso de parto en plena carretera M-115, a la altura de Ajalvir.

Olga y su marido, también  llamado Óscar, se dirigían desde Fresno de Torote, donde viven, al hospital del Henares (Coslada), pero "no les dio tiempo a llegar", explicó a 20 minutos Juan García, uno de los agentes que asistió el parto.

"A las siete de la mañana recibimos un aviso en el cuartel de Daganzo de una pareja que iba al hospital, pero que por el atasco y la situación de la mujer no podían continuar", explica Juan Antonio, otro de los guardias.

En estado de 'shock'

El joven matrimonio "estaba en estado de shock", sobre todo Olga, que se encontraba "muy nerviosa por la situación".

Sin dudarlo, los agentes vieron que el niño quería salir e improvisaron un paritorio en medio de la carretera. "Intentamos moverla a nuestro coche, pero ya no podía ni caminar, así que tuvimos que echar para atrás el asiento del copiloto de su Citroën C-4", recuerda García.

Al principio Olga tenía reparos, "le mandamos quitarse los vaqueros, pero estaba intimidada con tanto hombre", explica Rocío Cañabera, la agente que hizo de matrona. Pese a su juventud, 25 años, a Rocío no le tembló el pulso en traer al mundo al niño. "Yo sólo le decía que empujara, el resto fue todo muy rápido".

Toquilla improvisada

Con las prisas, el joven olvidó la canastilla en casa, así que lo primero que arropó al bebé fue un chaquetón de la Guardia Civil.

Tras el nacimiento, madre e hijo fueron trasladados al hospital del Henares donde recibieron la visita de los tres agentes. "Les vamos a invitar al bautizo y van a ser los padrinos", dijo una aún cansada Olga, que aseguró que "si hubiese sido niña le íbamos a llamar Pilar, como homenaje a la Benemérita".