¿Cuál es el primer recuerdo que tiene de Sevilla?

Tengo muchos. Del colegio, mis amigos, mis primos, la gente cantaba por la calle en Triana... Mi barrio era de otra forma, se cantaba y se bailaba mucho en la calle.

La mejor banda sonora para disfrutar de la ciudad es...

Yo a Sevilla la relaciono con la música árabe y la música clásica. Pero también con la bulería.

Las mejores vistas de la ciudad están en...

Desde el mirador de San Juan de Aznalfarache.

Cuando cierra los ojos y piensa en la capital ve...

Veo a mujeres con corazones abiertos, como una sola persona, mirando arriba, esperando el gran cambio.

¿A qué huele Sevilla?

A dama de noche. A poesía.

¿A qué sabe?

Sevilla me sabe a besos, pero a besos limpios. Y me sabe también a alegría.

¿Ama Sevilla?

Amo a las personas porque le dan sentido a la ciudad.

Pero le desquicia...

Nada. Los sevillanos dicen que son gente muy difícil pero te aseguro que al mirarlos a los ojos ya son tuyos.

¿Ha ido en el metro?

No, y no lo pienso hacer. Yo siempre voy en taxi o en coche.

¿Qué lugar o edificio no se cansa de admirar?

Hay un rinconcito en la Plaza de Chapina. Abro mi ventana y tengo en frente el arco del puente Triana y el río.

Tómese un desayuno ¿dónde y qué tomaría?

En el Bar San Román en Santa Cruz o en cualquier sitito de Triana, porque te ríes mucho con la gente.

Una excursión que nadie debería perderse...

Un lugar con agua y donde pueda oír los árboles. Sevilla tiene muchos lagos y mucha naturaleza

¿Del Betis o del Sevilla?

De ninguno, aunque en verdad a mi me da una cosilla el Sevilla... (risas).

Súbase al carro de los tópicos, ¿cómo son los sevillanos?

Como dice ese poema de Juan Manuel Flores Calavera, que canto en mi disco: Decir Sevilla es decir luz y azahar, es poner punto final en un destino, es soñar y entre los labios, notar algo divino.