El metro de Madrid cumple 90 años

  • Fue inaugurado por el rey Alfonso XIII.
  • En sus inicios tenía 3,48 kilómetros.
  • Ahora es uno de los más grandes del mundo.
Elena Carrillo y Carmen Montavillo, en el metro de Madrid.
Elena Carrillo y Carmen Montavillo, en el metro de Madrid.
JORGE PARÍS
Elena Carrillo y Carmen Montavillo, en el metro de Madrid.

Este sábado hará ya 90 años que el rey Alfonso XIII inauguraba la primera línea del metro de Madrid. Eran apenas 3,48 kilómetros divididos en dos estaciones que no tardaban ni 10 minutos en recorrerse.

Hoy son 294 estaciones y 284 kilómetros, cifras que sitúan a este suburbano como el tercero del mundo en número de estaciones, por detrás  de Nueva York y París; y como el cuarto en extensión,  sólo superado por los de Nueva York, Londres y Moscú.

Vamos, que si el por aquel entonces Rey hubiera visto en qué se iba a convertir ese pequeño túnel que inauguraba, seguramente le hubiera dado un mareo por el vértigo que da la velocidad de la historia.

Pero el metro no es más que un reflejo de la evolución que ha sufrido esta ciudad. En 1919, la capital era una villa de 600.000 habitantes. Ahora, los vagones del suburbano transportan cada día a cuatro veces más de viajeros: dos millones y medio.

Referencia cultural

Para celebrar tantos años de cambios, Metro de Madrid ha querido conmemorar este aniversario destacando la cara cultural del subterráneo como referente, y musa, del cine y la música del último siglo de vida de la capital.

La primera referencia musical al metro apareció en 1928, con el estreno del sainete La chula de Pontevedra. Poderoso contraste si lo comparamos con los artistas que le han cantado en el siglo XXI, como Manu Chao con su Próxima estación: Esperanza (disco de 2001. Y no, no se refería a la inminente legislatura de Aguirre), o El Canto del Loco, que en 2008 escogió un vagón de metro ligero para rodar uno de sus videoclips.

¿Más pruebas de los cambios? Acudan al cine. De la avalancha humana que devoraba, en blanco y negro, a Gracita Morales en la película Atraco a las tres (1962), a la historia de amor interrumpido que vivían Coque Malla y Ariadna Gil en el premiado cortometraje, El columpio (1993). Y es que la velocidad de estos trenes no es ni comparable con la rapidez con la que pasa la vida.

La 'estación fantasma'

Si hay un testigo mudo del peso, y el paso, de la historia en el metro de Madrid, ésa es la estación fantasma de Chamberí. Esta parada, que formaba parte de la L1, la primera línea del subterráneo, se cerró en 1966 por la proximidad de las paradas de Bilbao e Iglesia.

En 2008 se reabrió como museo, tras permanecer más de 42 años cerrada.

DOS REVISORAS, DOS GENERACIONES

<p>Elena</p>Elena Carrillo
Tres años como revisora
"Nunca te sientes sola"

Elena (30 años) es la revisora más novata del metro. "Lo mejor de este trabajo es el compañerismo. Nunca te sientes sola. Aunque estés en un túnel perdido de noche, siempre habrá un amigo conectado al micrófono para ayudarte", dice. "Y pasan cosas muy curiosas. Hay un tipo que ahora es mi amigo... ¡y lo conocí cuando le puse una denuncia porque se estaba colando!".

<p>Carmen</p>Carmen Montalvillo
30 años bajo tierra
"Antes éramos psicólogos"

Carmen (49 años) es la revisora más veterana del suburbano. Lleva 30 años trabajando bajo tierra. "Mi padre trabajaba en el metro y me dijo que había plazas libres. Quería comprarme un coche". Recuerda aquellos años con ilusión: "El trato era más cálido, saludábamos a los viajeros y les hacíamos de psicólogos. Se han llegado a evitar suicidios gracias a nuestra labor".

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