La maternidad como impulso para las deportistas de élite

  • Deportistas como Natalia Rodríguez, Nuria Fernández o Nina Zhivanevskaya han conseguido grandes marcas tras ser madres.
  • Sin embargo, no hay ningún estudio que demuestre cambios físicos que mejoren las condiciones físicas tras el parto.
  • "Hay un componente psicológico", apunta el Dr. Corbalán.
Kim Clijsters celebra con su hija Jada el título del US Open 2009.
Kim Clijsters celebra con su hija Jada el título del US Open 2009.
REUTERS
Kim Clijsters celebra con su hija Jada el título del US Open 2009.

La vida de los deportistas de elite está llena de renuncias pero, en el caso de las mujeres, hay un hecho muy concreto que, en bastantes casos, decide su retirada: la maternidad. Algunas alargan ese momento hasta que su nivel ya no es lo suficientemente bueno para estar en lo alto, otras deciden quedarse embarazadas cuando necesitan un cambio en su vida, pero hay otro grupo, el de las que deciden hacerlo cuando aún les queda carrera y triunfos por delante. Dentro de este último, son muchas las que han visto cómo, tras ser madres, su nivel se ha desarrollado y llegan a  mejores marcas y triunfos que antes de dar a luz.

Uno de los últimos casos que hemos conocido ha sido el de la tenista belga Kim Clijsters, quien tras dos años retirada para formar una familia y replantearse la vida, se alzó con un US Open al que había asistido como tenista invitada. A la primera que ha  sorprendido la consecución de este título ha sido a la propia Clijsters, quien aseguraba tras ganar que desde que tiene a la pequeña Jada "soy más capaz de leer mis emociones y de manejarlas mejor, lo cual es muy importante en grandes partidos como el de hoy (por la final del US Open)". Una imagen de Paula Radcliffe con su hija.

También fue muy llamativo el caso de la nadadora estadounidense Dara Torres quien, a los 40 años (15 meses después de dar a luz a su primer hija), obtuvo la medalla de oro en los 100 libres en el Campeonato Nacional de Natación en Indianápolis. Pocos días después rebajó su propio récord nacional de los 50 libres (la anterior marca la consiguió 26 años antes, con 15) y un año después se llevó cuatro medallas de plata en los JJ OO de Pekín 2008.

O el de la corredora británica Paula Radcliffe, récord mundial de maratón, que ganó el de Nueva York sólo 10 meses después de dar a luz a su hija (en la imagen de la izquierda).

"La maternidad es uno de los elementos que más cambios producen en la mujer. Produce unos cambios de características anabólicas (de creación de tejido). Sin embargo, tras el parto, no hay ningún estudio que pueda concluir que haya relación directa entre la maternidad y el aumento de rendimiento físico", apunta el médico deportivo Juan Antonio Corbalán.

Uno de los hechos por los que no hay estudios sobre este asunto es porque nunca se ha tomado una muestra especialmente significativa, por lo que, como apunta Corbalán, "no hay una relación causa-efecto".

Sí que hay una influencia de tipo psicológico tras la maternidad que puede ayudar a algunas deportistas, como apunta Corbalán: "En las deportistas buenas, que quieren volver, se puede dar una fase de rebote por la necesidad de reincorporarse a lo que había sido antes su vida".

Nuria Fernández: "Físicamente me noto más hecha"

Este factor también lo apunta la atleta Nuria Fernández (en la imagen de la derecha) quien, un año y cuatro meses después de dar a luz a su pequeña Candela, pulverizó el récord de España de 1.500 m en pista cubierta en la Reunión Internacional Ciudad de Valencia, entre otras marcas, y fue cuarta en los Mundiales de Atletismo de Berlín: "Después de dar a luz me he vuelto como más responsable, porque sé que un ser vivo depende de mí. Es importante planificarse y tener cerca a la familia para que te eche una mano, porque yo no podría dejar a mi hija cuando me voy a competir con una desconocida".  Nuria Fernandez.

Sin embargo, Fernández sí que afirma haber notado cambios físicos tras ser madre: "Físicamente me noto más hecha, más fuerte, y de cabeza también, porque ahora pienso en correr, en la familia, en la casa...".

Otra atleta que ha experimentado una mejora sorprendente tras la maternidad, Natalia Rodríguez, asegura que "no he notado cambio, pero este año no he tenido lesiones. Además, entrené muy bien desde el principio".

Algo más de un año después de ser madre de Lupita, Natalia consiguió una plata en los Europeos de Turín, y en los Mundiales de Berlín quedó primera en los 1.500 m, en una impresionante demostración de potencia al final de la carrera, pero fue descalificada.

Ayudas económicas para las madres

Sobre si las madres necesitan algún tipo de ayuda a la hora de volver a los entrenamientos, el dr. Corbalán lo tiene claro: "La mayor ayuda que necesitan las madres deportistas de élite es de tipo institucional, porque los primeros meses tras el parto, el niño es muy dependiente de la madre y ésta necesita becas. También necesita el apoyo y comprensión de su entrenador, que seguro que ese lo tiene, porque es el primer interesado en que ella esté bien".

La atleta Natalia Rodríguez.

Ellas, con el apoyo que han contado especialmente, es con el de sus familias: "En principio no es complicado compaginar los entrenamientos con la niña, pero requiere mucha energía y a veces terminas reventada", apunta Natalia Rodríguez (en la foto de la izquierda).

Una idea que secunda su compañera Fernández: "Sin el apoyo de mis padres y mis suegros no podría", porque "no me la llevo a los entrenamientos ni a las competiciones, porque si no no me concentro. Jesús España, que tuvo un bebé hace poco, se lo lleva, pero se queda con su mujer y... una madre es una madre. Su padre me estaría llamando si no duerme bien, o cualquier cosa, y me descentraría".

"Nunca sabes cómo van a resultar las cosas"

"La decisión de quedarse embarazada cuando sigues en activo es complicada. Yo no sabía si volvería. Tenía ganas pero no sabía qué pasaría... Todo fue bien y, como había voluntad y ayuda de la familia, pude volver y hacerlo bien, pero nunca sabes cómo van a resultar las cosas", apunta la nadadora Nina Zhivanevskaya (en la foto de abajo), que tiene una niña de cuatro años, Nina.

Tras tres años de ausencia dedicada a la familia, volvió y compitió en los JJ OO de Pekín. En los Europeos de 2008 batió dos veces el récord nacional de 100 m espalda y el de Europa de 50 espalda, prueba en la que se llevó la medalla de plata.

Nina Zhivanevskaya en su piscina.

Al final, ha decidido retirarse para dar clases de natación. Sobre sus grandes marcas después de ser madre, no tiene una clara explicación, aunque apunta que "después de dar a luz, tienes muchas ganas de recuperarte, de adelgazar, de volver a ser la de antes... En esa época, quizá estaba más activa, te organizas mejor porque tienes muchas cosas que hacer, más responsabilidades...".

Además, ella tiene claro que "la familia es lo primero para mí, y si un día no duermo bien por la niña, no me entreno. Creo que iba más relajada a las competiciones, porque mi prioridad era otra, y por eso quizás sacaba lo mejor".

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