Blahnik nació en las Islas Canarias en 1942, de madre española y padre checo. Y ha desarrollado su carrera en Europa y Nueva York. De sus maravillosos zapatos, que calzan los pies más famosos del mundo, Madonna llegó a decir que eran mejores que el sexo, porque además duran mucho más. Los zapatos, confeccionados artesanalmente con los más delicados materiales llegan a Madrid de mano de tres socios: la firma Vasari, la estilista del Hola Nati Abascal y Ana de Marichalar. Se ha publicado que Don Jaime, su hermano, es accionista de la tienda, pero los portavoces del negocio lo han desmentido categóricamente. Lo cierto es que el Duque, amigo personal de Manolo Blahnik ha participado personalmente en todos los preparativos para traer la colección a España y en la supervisión del montaje de la lujosa tienda, muy cercana, por cierto al domicilio de nuestro Oscar Wilde ducal. Los precios de la aristocrática colección de temporada, inspirada en Catalina de Rusia y Eugenia de Montijo, oscilan entre los 2.900 euros que cuestan los Creola de cocodrilo a los 400 de las “económicas” manoletinas. La pieza estrella son los zapatos Rosaurov, un delirio de lujo, confeccionados en brocado de seda y piel de chinchilla. Su precio: 970 euros. Tallas: hasta el 40 y medio, pero pronto llegarán modelos del número 41. Y para las mujeres de pies más poderosos, siempre cabe la posibilidad de hacerlos a medida. Eso sí, el precio se incrementará notablemente. La broma puede llegar a costar unos 3.000 euros, dependiendo, por supuesto del modelo. Lo menos que se puede esperar de semejantes zapatos es que, con ellos, dé lo mismo levantarse con el pie izquierdo.
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