Hay empresas que tienen motivos para sacar el champagne, y otras que deberían comenzar a beber para olvidar. En el segundo caso se encuentra Raven Software, creadores del último capítulo de la saga Wolfenstein.

Supuestamente era un título esperado por la comunidad de jugadores. Pero las ventas parecen decirnos otra cosa. Ha conseguido vender 106.000 copias en su primera semana a la venta. Dichas copias se distribuyen en 59.000 unidades para Xbox 360, 30.000 en Playstation 3 y 17.000 para PC.

Según algunos medios, un día después de que el juego saliese a la venta, se produjeron 35 despidos en Raven Software. Una noticia que, según algunos analistas, apunta a que los pre-pedidos del juego ya anunciaban que las ventas no iban a ser demasiado altas.

Una auténtica lástima, ya que el último trabajo de Raven Software consigue satisfacer las expectativas de los seguidores de la saga. Esperemos que les vaya mejor con Singularity, su próxmo proyecto. Una historia completamente original y que podría definirse como un Bioshock en medio de un apocalipsis soviético.