El compromiso con el cuidado del medio ambiente de la actriz Julia Roberts llega hasta límites insospechados, según ha revelado el diario turinés La Stampa.

La intérprete acaba de llegar a Roma para rodar algunas secuencias de la película Eat, Pray, Love, basada en el libro de Elizabeth Gilbert. El rotativo explica que en la capital italiana ya conocen las exigencias de Roberts, que el año pasado residió allí durante el rodaje de Duplicity.

Entre ellas están las de no beber agua mineral de botella de plástico "porque no es biodegradable" o evitar "la mayor parte de los productos para el cuidado personal porque contienen aluminio nocivo para el ambiente". Prefiere, según ha declarado ella misma, el agua y el jabón al desodorante.

Cerca de la Piazza di Spagna

En cuanto a la comida, exige que provenga de agricultura biológica sin pesticidas u otros productos químicos tóxicos para el medio ambiente o para la salud de los que la comen. Roberts se alojará estos días en una casa romana en Villa Borghese, cerca de Piazza di Spagna, en lugar de en un hotel.

Su objetivo es gozar de una mayor libertad de movimiento con sus hijos, los gemelos Hazel Patricia y Phinnaeus Walter, de 4 años, y Henry, de 2, y preservar su intimidad, según La Stampa. El filme Eat, Pray, Love está dirigido por Ryan Murphy, inventor de la serie Nip&Tuck.

En el reparto figuran, además de Roberts, el español Javier Bardem y el estadounidense Richard Jenkins. Antes de llegar a Roma, el equipo rodó en varios barrios de Nueva York y, después de la Ciudad Eterna, se trasladará a India para luego viajar a Bali.