Cuando las excavadoras y las piquetas llegan a Madrid, los amantes del arte se ponen a temblar. Las obras se llevan por delante fuentes y estatuas que no cuadran en los proyectos y pasan a coger polvo en almacenes municipales.

Además, decenas de monumentos están deteriorados, en lugares donde no se aprecian o escondidos en edificios. "Su valor es incalculable, la mayoría son obras muy antiguas con un alto valor histórico. Hablamos de muchos millones", concluyen los expertos en urbanismo.

Esta es una relación de algunos significativos monumentos olvidados en la capital:

Fuente de Callao. No entraba en los planes de peatonalización y se la llevaron al depósito municipal de La Casilla (Casa de Campo). «No hay ninguna ubicación prevista», dice la Concejalía de Obras.

Fuente de la Red de San Luis. Nada sobrevive en Montera. En 1879 se quitó de allí la fuente de los Galápagos, en 1966 se desmontó el templete de Metro y hace dos meses quitaron la fuente que servía de rotonda por las obras. Está en el almacén, sin planes de futuro.

Fuentes de Colón. Al inicio de las obras, desmontaron las fuentes de la Mar Océana. Gallardón quiere llevarlas a Legazpi, «pero tendrá que hacer una copia, porque las destrozaron con la piqueta», dice el cronista Luis Miguel Aparisi.

Pasarela Manterola. Cruzaba el Manzanares, pero se quitó para soterrar la M-30. Costó 4,3 millones y lleva cuatro años en un almacén.

Puerta del Rey. Tras las obras de la M-30 y Madrid Río, desmontaron esta puerta de la Casa de Campo (de 1811). La han vuelto a levantar, pero sin faroles ni adornos. «Es una chapuza», lamenta Juan García, de Ecologistas en Acción.

Figuras de la fuente de Villanueva. Al trasladarla de la glorieta de San Vicente al paseo de Camoens, esta esbelta estatua perdió las esculturas de campesinos que la rodeaban. Una se instaló en el Retiro, otra en Las Vistillas y las otras dos duermen en el depósito.

Estatua de Argüelles. Un conductor chocó contra ella en 2006. Se restauró en la Escuela de Cantería y está a la espera de volver a su lugar, entre Princesa y Quintana.

Placas de Malasaña y Daoiz. Se eliminó una placa de Manuela Malasaña en la calle Valverde y otra de la casa donde murió Daoiz, en la calle Ternera. «Es una censura de los héroes del 2 de Mayo», dice Aparisi.

Fuente de la Fama. Está en el jardín del Museo de Historia (Tribunal). Lleva tapada desde el inicio de las obras (2002).

La Mariblanca. Esta estatua estuvo en Sol, luego sufrió actos vandálicos en Recoletos y finalmente se recluyó dentro de la Casa de la Villa.

Jaime I el Conquistador. Este busto está tapado por las ramas en el parque del Oeste.

Sin espada ni mano

El vandalismo es el gran enemigo de los monumentos madrileños. El Ayuntamiento se tiene que gastar cada año un millón de euros en la conservación de esculturas y en arreglar los desperfectos.

Una de las manos de la Cibeles está reconstruida: alguien la rompió y se la llevó a casa. A Daoiz, del monumento del 2 de Mayo, le han quitado varias veces la espada.

Un coche destrozó la estatua de Argüelles y un camión se empotró contra la Puerta de Alcalá.