La primera dama francesa, Carla Bruni, ha confesado en una entrevista a la revista Le Figaro Magazine que sufre mucho con las bromas sobre su marido. A la ex modelo le duele que la gente se ría de que su esposo, el presidente Nicolás Sarkozy, lleve alzas para no parecer tan bajo al lado de ella.
Con su casi 1,70 el presidente de la república francesa tiene que ponerse alzas para estar a la altura de su espectacular mujer que mide cerca de 1,80 con zapatos planos. "Entiendo que los medios prefieran hablar de mis zapatos antes que del Fondo Mundial o de la lucha contra el analfabetismo", se lamentó Bruni.
Bruni, de 41 años, ha sorprendido por la sinceridad de sus declaraciones, en las que ha confesado que en la intimidad a Nicolás Sarkozy lo llama "mi pequeño chouchou" (mi cielo o mi tesoro). En esta misma entrevista, la ex modelo comparte confidencias con la ex primera dama Bernardette Chirac.
Consejos políticos
Son muchas las voces que sugieren que Carla Bruni influye en las decisiones de su marido, pero en la entrevista, la primera dama ha confesado que "no se permite darle consejos políticos sino más bien consejos humanos". También ha desmentido que haya influido en los nombramientos que decide el presidente.
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