A pocos personajes del mundillo de la música se les puede equiparar con Johnny Hallyday. El simil más recurrido suele colocarle a la altura del mismísimo Elvis Presley. Hallyday es, a sus 65 años, una leyenda viva por estos lares. En su discografía se cuentan 45 discos de estudio, y otros 25 grabados en directo. Al bueno de Johnny se le acaban los retos, así que desde hace diez años le ha dado un giro a su carrera y compagina el estudio de música con el de rodaje.

A Cannes ha llegado anunciado a bombo y platillo. Protagoniza Vengeance, la última cinta de Johnnie To en la que interpreta a un asesino a sueldo retirado, que se dedica a la cocina, pero que tiene que resolver un último asunto después de que un mafioso haya acabado con la vida de su yerno, nietos y haya dejado a su hija postrada en una cama de hospital con varias dosis de plomo en su cuerpo.

De un día para otro, Hallyday se encontró en China ("Un país en el que nunca había estado", admitió ante la prensa) para rodar a las órdenes de To, sintiéndose un completo extraño, al estilo de Bill Murray en Lost in translation. "Cuando llegué me sentí muy sólo, allí hay muy poca gente que hablara inglés. Y por supuesto  nadie lo hacía en francés", bromeó el músico.

Un rodaje muy peculiar

Junto a Johnnie To, Hallyday posiblemente ha vivido uno de sus rodajes más peculiares. Es conocida la afición del realizador por prescindir del guión en muchos de sus rodajes, o dar las mínimas pistas posibles a su equipo. "To es un director muy preciso, te dice exactamente lo que quiere y tienes que seguir sus instrucciones. Yo tuve suerte y pude ver mis líneas de guión, aunque no tenía muchas. ¿El resto de los actores? Se fiaban de él", contestó a la prensa congregada.

Como buena estrella del rock, Hallyday debe tener un zurrón lleno de anécdotas que contar, y que se guarda para sí mismo. Entre las pocas que han trascendido, se cuenta la historia del músico y Zinedine Zidane, que en su momento le recomendó una clínica suiza en la que oxigenar su sangre, una práctica que el futbolista galo realizaba en sus años de deportista de élite.

A una edad a la que la jubilación es una realidad muy cercana, Hallyday sigue dando guerra. En Vengeance le quitó el papel a Alain Delon, que era la primera opción de To. Cuando Delon mostró interés en el papel, ya era "demasiado tarde". La hora de Hallyday había llegado.