Francis Ford Coppola ha llegado este año a las 70 primaveras. A una edad a la que muchos realizadores ya están de vuelta de todo, Coppola ha revitalizado su carrera después de sus dos últimos proyectos, Youth without youth, rodada en 2007, y Tetro, obra encargada de inaugurar la Quincena de los realizadores de esta edición de Cannes.

En plena vorágine festivalera, el realizador tuvo tiempo para reunirse con la prensa española en la terraza del Palais Stéphanie.

El realizador definió Tetro como "la segunda película de mi nueva carrera", en una entrevista concedida durante el rodaje en Buenos Aires. Una nueva carrera en la que el realizador quiere poseer el control total de la obra. Él financia, él dirige y él mismo se encarga de la distribución.

La nueva etapa del director llega como consecuencia de una reflexión acerca de su carrera: "Nunca pensé que obtendría un éxito como el de El Padrino tan joven, y siempre sentí la nostalgia de poder escribir historias interesantes y contarlas de forma personal". Y fue a partir de 2007, diez años después de rodar Legítima defensa, cuando Coppola se sintió preparado para dar un giro a su carrera.

Con Tetro vuelve a la carga con un drama familiar con presencia española, a cargo de Maribel Verdú y Carmen Maura en un reparto que completan Vincent Gallo y el novel Alden Ehrenreich.

Apocalypse now supuso un punto de inflexión en la carrera de Coppola. El éxito crítico de la cinta contrastó con la ruina en la que se encontró después de un proyecto mastodóntico que financió de su bolsillo. Así que, cuando a principios de los noventa fue recuperando la solvencia económica, decidió invertir sus ganancias para asegurar su futuro y el de su familia. Primero se hizo con unos viñedos en California, y de la misma manera

Y desde entonces, gracias a los vinos ("el único mercado que no se resiente por la crisis", bromea) y sus otros negocios, Coppola disfruta en Cannes sabiendo que no tiene nada que demostrar. "El dinero te da la libertad, y yo tengo mucho dinero. He venido en mi propio avión y me marcharé subido a él", comentaba entre risas.

Este es el Coppola que llega a la nueva edición de Cannes. Un director que ha rechazado participar en la sección oficial porque su película no necesita promoción para encontrar compradores que la distribuyan por otros países. A él le sirve la Quincena de los realizadores, como si de un director novel se tratara.