Pep Guardiola sabe que esta semana es la más importante del año, donde dos de las tres opciones de títulos que tiene el equipo pueden activarse... o esfumarse.

El martes recibe al Chelsea en el partido de ida de las semifinales de la Champions. No llega en el mejor momento para los culés. No por juego, pero sí por la persecución que está sufriendo en Liga, donde tiene al Real Madrid ya a cuatro puntos.

Además, esta semana ha sido la que ha hecho realidad ese recorte de puntos de los blancos. Hacía siete jornadas que el Madrid no lograba traspasar la barrera de los seis puntos de diferencia. El tropiezo ante el Valencia y, sobre todo, la visita al Real Madrid el próximo sábado, ha metido de nuevo las dudas y los miedos en el cuerpo de los culés.

Y en medio de todo llega el Chelsea. Pep no podrá dar descanso a ninguno de cara al partido del Bernabéu. El Barça se juega un título casi igual de importante o más que la Liga. Es decir, con Xavi, Iniesta, Messi, Henry y Eto'o delante. Todo un lujo para dejar la eliminatoria sentenciada y no tener que jugársela en Stamford Bridge.

Eso sí, el Barça llegará en su mejor momento de forma frente a un rival que prácticamente se ha despedido de la 'Premier', que llegará con problemas defensivos (la baja de Ashley Cole y la posible de Ricardo Carvalho) y con el miedo en el cuerpo, después de observar cómo ha solventado el equipo de Guardiola sus partidos en eliminatorias este año en Europa: 5-2 frente al Olympique de Lyon y 4-0 al Bayern de Munich.

Pep no ha perdido los nervios y sigue con su teoría de "tranquilidad y buenos alimentos".