Sudán señala a dos colaboradores de La Sexta como enemigos del Islam

  • Afirma que "son espías que trabajan para Israel".
  • Julio Alonso e Iván Durán dieron una cámara de La Sexta al joven Mohameh Tahir, con la que retrató las atrocidades de Darfur.
  • La cadena emitió una serie de reportajes y las grabaciones fueron aportadas como pruebas del genocidio ante La Haya.
Julio Alonso, uno de los dos periodistas acusados por Sudán de ser enemigo del Islam.
Julio Alonso, uno de los dos periodistas acusados por Sudán de ser enemigo del Islam.
LA SEXTA
Julio Alonso, uno de los dos periodistas acusados por Sudán de ser enemigo del Islam.

Los periodistas españoles Julio Alonso e Ivan Durán, autores del documental Darfur, las pruebas del genocidio, han sido señalados por el Gobierno de Sudán como "enemigos del Islam". El reportaje denunciaba la violación sistemática de los derechos humanos en Darfur y el exterminio de la población civil.

La investigación de estos dos reporteros fue incluida como prueba en la causa del Tribunal Penal Internacional de La Haya (TPI) contra el presidente de Sudán, Omar al Bashir.

Durante un año el joven Mohameh Tahir, con una cámara facilitada por los periodistas Julio Alonso e Iván Durán, que colaboran con los servivios informativos de La Sexta, se convirtió en testigo de las atrocidades que se suceden en Sudán, en la zona de Darfur. Mohamed grabó el testimonio de las terribles torturas a las que son sometidos los jóvenes para que reconozcan que pertenecen a las milicias rebeldes.

La Sexta emitió una serie de reportajes con estas imágenes en 2007. Fueron las primeras pruebas gráficas del genocidio en Darfur. Ahora, el gobierno de Sudán quiere convencer al mundo de que esas pruebas eran falsas y señala directamente a Alonso y Durán para negar la supuesta crueldad aún impune ejercida por Al Bashir.

Las imágenes que grabó Mohamed sirvieron para perseguir a los responsables de las matanzas, y ahora el gobierno sudanés les acusa de inventárselo. Dice en una nota que son espías que trabajan para Israel junto al fiscal de La Haya, Luis Moreno Ocampo.

"En esa nota sólo hay una verdad: sobornamos a gente. A un alto funcionario del ministerio del Interior y a un Coronel. Pese a ser islamistas, el soborno fueron 500 dólares y dos botellas de whisky para cada uno", afirma Julio Alonso.

Cuando Mohamed arriesgó su vida para llevar las pruebas del genocidio a los periodistas españoles, su aventura no había hecho más que empezar. El objetivo era llevar esas cintas hasta La Haya, que el mundo supiera lo que estaba ocurriendo en Darfur.

Dos años después, es refugiado en nuestro país, ha hecho amistades aquí. Es su segundo hogar. "Mi sueño aquí en España de aprender más español, trabajo, y mi niño también ahora es otra cosa", afirma.

El conflicto en Sudán comenzó en febrero de 2003 cuando los rebeldes de Darfur se levantaron contra el Gobierno de Jartum por el control de los recursos naturales. Ahora, viven en campos sitiados por las milicias y tienen que proteger a sus hijos de las torturas y a sus hijas de las violaciones.

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