Y llegó la esperada Semana Santa. Los más afortunados ya están disfrutado de unas merecidas vacaciones que con suerte se prolongarán hasta el próximo lunes. Muchos otros al menos contarán con un puente largo gracias a que el jueves y el viernes son días festivos.

Si tienes la suerte de no estar en el paro y formar parte de uno de estos dos grupos, es el momento de desconectar todo lo posible del trabajo. Son tiempos difíciles en los que el recorte de personal está afectando a la mayoría de los empleados; el trabajo de muchos es ahora el de muy pocos, y los días de descanso deben ser aprovechados al máximo.

El móvil, los e-mails...

Ya no es una cuestión de diversión, sino de salud. La lucha contra el estrés, principal motivo de baja laboral en la actualidad, requiere ciertos descansos en los que es necesaria una desconexión total. Sin embargo, sólo el 20% de los trabajadores españoles dejan de trabajar absolutamente durante sus vacaciones.

Según una encuesta que la web de empleo Monster realizó en Europa, Estados Unidos y Canadá, los españoles y los franceses son los que más trabajan en días libres. El 32% nunca deja de hacerlo, el 28% sigue consultando e-mails y mensajes de teléfono y el resto sólo está disponible para emergencias.

Los expertos insisten en la necesidad de dedicar ese tiempo al descanso absoluto. Ya no sólo por el bienestar personal, sino también por la de la propia empresa. El exceso de trabajo y sus posibles consecuencias impiden una efectiva productividad. En cambio, un periodo de desconexión permite recargar las pilas y volver al puesto de trabajo en plenas condiciones para rendir más.

CONSEJOS

-Actualiza tu agenda. Antes de irte de vacaciones, escribe la situación en la que se quedan tus tareas. Esto engloba tanto los proyectos actuales como los asuntos que tendrás que arreglar a tu vuelta. De esta forma, evitarás más fácilmente pensar en todo lo que dejas a medias y por hacer.

-Delega las urgencias. A todo el mundo le cuesta dejar su trabajo en otras manos, pero son tus días de descanso. Si realmente hay cosas que no pueden hacerse esperar, informa a tus compañeros y déjales a mano y por escrito las explicaciones o papeles oportunos. Vale más hacer un esfuerzo antes de irte que pasar las vacaciones dando vueltas a la cabeza y preocupándote de mil asuntos.

-Avisa de tu ausencia. Habrá gente que no sabrá de tu indisposición. Lo mejor es que utilices la opción de “estaré fuera de la oficina” tanto en el correo electrónico como en el buzón de voz del teléfono. Indica la fecha de tu vuelta, y si es posible súmale un día más para que no te acribillen el mismo día de tu regreso.

-Tómatelo con tranquilidad. Lo importante no es lo que hagas, sino cómo lo hagas. Da igual que te vayas de viaje, te quedes en casa, aproveches para realizar otras actividades o te dediques plenamente a descansar. Decidas lo que decidas, mantén la calma y no te agobies bajo ningún concepto.

-Respeta la transición. Es muy difícil no estresarse a la vuelta del trabajo, se han acumulado decenas de tareas por hacer. No pretendas recuperar todo el tiempo perdido nada más llegar. Empieza por las cosas más urgentes y dedica varias jornadas a ponerte al día.

Javier García, empresario

"Soy propietario de dos bares y me resulta difícil cogerme vacaciones, sólo cuando me lo permiten las circunstancias. La verdad es que nunca desconecto del todo, siempre estoy pendiete por si hay alguna urgencia. Cuando dejas a alguien responsable te quedas más tranquilo, pero un 1 o 2% de tu mente está alerta porque sabes que en cualquier momento puedes recibir una llamada y tienes que volver al trabajo. Es difícil llegar a conseguirlo, pero al final aprendes a desconectar de esa manera".