Hay normas cívicas que se incumplen a diario pese a que se fijan en el reglamento de uso del transporte público, como ceder el asiento (los reservados a tal efecto y los demás) a embarazadas, ancianos o gente con a

lgún tipo de discapacidad; dejar salir del vagón antes de entrar, o situarse a la derecha en las escaleras mecánicas.

Hay quien cree que no existe ningún documento que lo fije y que

son normas no escritas. Pero no es así. Están recogidas en el Reglamento de Viajeros del Ferrocarril Metropolitano de Barcelona. En el caso del uso de las escaleras mecánicas, es claro: «Los usuarios procurarán situarse a la derecha, a no ser que vayan con algún niño, para dejar paso a su izquierda». También en el acceso al vagón: «No se entrará hasta que los que salen lo hayan hecho», establece el artículo 6.