Santiago Sierra es considerado un polemista, un provocador. Pertenece a esa generación de artistas (como Damine Hirst o Tracy Emin) en los que resulta difícil distinguir a la persona del personaje, artistas cuya obra siempre va rodeada de polémica (tanto, que a menudo pocos se fijan en el contenido).

Si en 2003 había alguien que no conocía la obra de Santiago Sierra, pronto aprendió su nombre tras la celebración de la Bienal de Venecia: no se podía acceder al pabellón de España sin mostrar un DNI. La obra de Sierra generó entonces un gran debate que ha acompañado siempre a su obra: ¿arte o simple provocación, se preguntan muchos?

Pero no se trata de la única ocasión en que la obra de Sierra ha rozado la polémica: ahora mismo, en Londres, puede verse un LED instalado en la fachada de una compañía de seguros y que va marcando el número de muertos en un sólo año. El Contador de muerte, en realidad, sólo viene a sumarse a una larga lista de obras más o menos controvertidas, como aquella de 1997 en la que quemó con gasolina una galería de arte , las 120 horas de lectura consecutivas de una guía de teléfonos o los 100 parados a los que pagó para que se mantuvieran escondidos en una céntrica zona de Madrid durante cuatro horas.

Ahora, en la galería Helga de Alvear , puede verse Los penetrados, un vídeo en ocho actos en las que hombres y mujeres de raza blanca y negra se penetran entre sí en combinaciones estudiadas para que todos resultaran tanto sujetos activos como pasivos (salvo las mujeres, que nunca asumen el rol activo como crítica directa al patriarcado). Para la realización de esta obra, Sierra se encontró con problemas como la falta de hombres dispuestos a ser penetrados o la falta de mujeres, que no pudieron asistir debido a la presión policial. De esta forma, Sierra trata de poner sobre la mesa los condicionantes socio-culturales.

La obra, que fue realiazada un 12 de octubre (el que antaño fuera Día de la Raza y ahora Fiesta de la Hispanidad).

LOS PENETRADOS / MADRID / Hasta el 28 de febrero / www.helgadealvear.com