Sólo uno de los dos escoltas tiroteados esta mañana en Castro Urdiales iba armado en el momento de los hechos, que ocurrió en el interior de un garaje de la calle Ocharán Mazas de la localidad cántabra cuando se disponían a coger un coche. El vehículo, un Toyota Auris, recibió en total cuatro impactos de bala, según informaron fuentes de la investigación.
Agentes del Departamento de Criminalística de la Guardia Civil
analizan ahora los casquillos recogidos en el lugar del tiroteo para tratar de identificar el arma utilizada y esclarecer la secuencia de los hechos.
Por el momento, se sigue
trabajando en todas las hipótesis, aunque la investigación de las Fuerzas de Seguridad descarta, en principio, que se trate de una acción terrorista.
Lo que ha trascendido hasta ahora es que los dos escoltas, que
han salido ilesos del incidente, pertenecen a una empresa de seguridad privada y se encontraban en un garaje cuando ocurrió el tiroteo, a las 5.45 horas de la mañana. Sólo uno de ellos iba armado en ese momento.
Un escolta ha afirmado que hubo "disparos de respuesta"
Aunque oficialmente no se ha aclarado cómo fueron asaltados, uno de los escoltas ha declarado ante la Guardia Civil que efectuó varios
disparos de respuesta.
Uno de los escoltas protege a un
concejal del municipio vizcaíno de Sestao y el otro a un concejal de Trápaga.
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