Blues, country y rock pasados por la absoluta carencia de virtuosismo en la guitarra flamenca de PabloCarbonell en su espectáculo Canciones de cerca, que llega mañana al escenario de la sala El Tren.

Lo mejor de los conciertos de Pablo Carbonell, sin demérito para su voz grave y su capacidad para la entonación, son las pausas entre canción. Bromas, chascarrillos de todo tipo y, sobre todo, mucho amor al surrealismo, nos descubren al reportero que se hizo famoso por su total falta de sentido del ridículo.

Aunque las risas no sólo acontecen con las anécdotas del consumado showman, con algunos estribillos como el de Sevillanas globales o Ese chico no, no, no, no te conviene, las carcajadas también resuenan con música de fondo. También hay espacio para las versiones en el repertorio del espectáculo Canciones de cerca. Desde algún tema de Bob Dylan a clásicos comoMoonriver o My way, el gaditano se atreve a enmendarle la plana al mismísmo Frank Sinatra.

Con un formato más propio de clubes pequeños, Pablo Carbonell llega a la sala El Tren dispuesto a convertirla en un espacio acogedor y entrañable. El que sea capaz de contener la risa con el estribillo, tiene un problema muy serio.

El que fuera líder del exitoso grupo de los años ochenta Los Toreros Muertos, que por cierto sacaron un DVD recopilatorio hace dos años, no desdeña recuperar sus antiguos grandes éxitos en solitario. Con el aliciente de que lo hace acompañándose del respetable en los coros, porque son canciones que todo el mundo se sabe de memoria.Es el caso de Mi agüita amarilla, escatológico hit de su disco de debú que titularon, no si bastante morro, 30 años de éxitos.

* Sala El Tren. Ctra. ant. de Málaga, Nave 136. Mañana, 22 h. 12 euros ant. y 15 en taquilla.

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