Las nueve universidades públicas andaluzas suspenden en adaptación y accesibilidad para las personas con discapacidad. Así lo revela el informe Universidades y discapacidad que ha elaborado el Defensor del Pueblo y ha entregado ya al Parlamento para cambiar esta realidad y poner la enseñanza universitaria al alcance de estos ciudadanos.

«Aunque se han hecho importantes avances», señala José Chamizo, ninguna cumple al 100% la normativa que obliga a la eliminación de barreras y «siguen presentando obstáculos para que estas personas accedan a la universidad con normalidad», explica.

Los principales problemas que ha detectado este estudio son las barreras arquitectónicas. Clases con escalones, ascensores que no soportan el peso de una silla de ruedas, accesos sin rampas, pocos puestos adaptados en las aulas, pavimento, mobiliario...

«Universidades como Granada y Sevilla son las que presentan más obstáculos porque tienen más edificios antiguos que son difíciles de adaptar», dice Ignacio Aycart, coordinador del informe, «pero es preocupante que otras más recientes como Jaén o Almería que se hicieron después de aprobarse la normativa también tienen barreras».

Chamizo señaló cambios necesarios como la reserva de plazas para discapacitados en septiembre, convocatorias extraordinarias de exámenes, intérpretes de lenguaje de signos, exención del pago de matrícula o la adaptación de los planes de estudio, para que no se repitan casos como de una chica en Almería «a la que no querían darle el título de Enfermera porque era sorda».

Tasa por debajo de la media

Según últimos datos que maneja la Federación Andaluza de Personas con Discapacidad Física (Canf), en Andalucía en el curso académico 2006/06 la matriculación de las personas con discapacidad en la universidad fue del 0,45%, por debajo de la media nacional, que fue del 0,52%. Por provincias, Granada tiene la tasa más alta de alumnos discapacitados «porque es la que más tiempo lleva con la Unidad de Atención al Discapacitado», seguida de Sevilla y Málaga.

Otro estudio de CANF reflejaba que el 7% de las mujeres discapacitadas andaluzas es universitaria.