El frío se ha convertido en el tema central de todos los vallisoletanos, y con razón. La ciudad ha registrado este lunes la temperatura más baja de todo el invierno ya que los termómetros alcanzaron a las 8 horas de la mañana a los 9,4º bajo cero, según informó la Agencia Estatal de Meteorología. Una hora antes, la situación era algo mejor, con 8,6º bajo cero.

Esta mínima, que obligó a activar la alerta naranja en la provincia durante buena parte del día, es la más baja que se ha sentido en la provincia desde diciembre de 2001, cuando los termómetros contabilizaron cuatro días seguidos mínimas inferiores a los 9,4º bajo cero.

La helada, sin embargo, nos dejó una bella estampa en la ciudad, que amaneció cubierta de una capa blanca que, aunque parecía nieve, era resultado de la cencellada (las gotas de niebla se congelan por las bajas temperaturas).

Para facilitar el tránsito de vehículos y peatones, el Ayuntamiento esparció, desde el viernes hasta este lunes, 250 toneladas de sal. Este lunes, las calles contaban con 240 operarios y una docena de vehículos encargados de limpiarlas, según el Consistorio.

A pesar de la mala situación, no ha habido ninguna incidencia en el tráfico y los autobuses urbanos han podido circular con normalidad. Eso sí, la niebla ha obligado extremar la precaución en las carreteras de la provincia.

Aunque seguirá haciendo frío, las cosas pintan un poco mejor para mañana, cuando subirán las temperaturas. Aún así se prevén mínimas de -3º y máximas de 3º.

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