Contra todo pronóstico, fue Palomares el elegido por el público para abandonar la casa de Gran Hermano en la decimosexta gala del concurso. Junto a él estaban nominados Liz, Julito y Orlando, pero finalmente la cosa quedó entre él y la modelo dominicana.
La gala, además, estuvo marcada por la marcha de Ana Toro, a la que la organización decidió echar tras una semana de repesca por contar cosas del exterior. Una vez en plató, Mercedes Milá, vestida de gallega, le echó la bronca correspondiente y practicamente la obligó a pedir perdón a las concursantes que quisieron volver a la casa y no pudieron, por ser ella la elegida.
Tras la decisión del público, los habitantes de Guadalix
Palomares y su novia, el reencuentro
Finalmente, los nuevos nominados fueron Iván, Almudena y Julito. Éste pudo haberse salvado a sí mismo, pero optó por librar a Liz, que reaacionó muy emocionada.
Por su parte, lo más emotivo de la salida de Palomares fue su reencuentro con su novia y con Mirentxu, que llóró mientras lo abrazaba cono si fuera su hijo.
Tras haber superado la última prueba del 2008, los grandeshermanos conocieron los detalles del nuevo reto al que deben enfrentarse: velar por el cuidado de un cachorro de león, varios hurones y unas cabritas.
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