Las reuniones que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, está manteniendo con algunos líderes autonómicos no han sentado del todo bien en las filas del PP.

Especial conmoción ha causado el encuentro que ZP mantuvo este lunes con la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, y del que ésta dijo salir "encantada"

Las declaraciones de Aguirre han sido rápidamente enmendadas desde la ejecutiva nacional de los populares, donde su secretaria general, Mª Dolores de Cospedal, ha pedido al presidente "que no se dedique a decir a cada uno lo que quiere oír".

Por su parte, Esperanza Aguirre, el primer cargo autonómico del PP recibido en Moncloa (este miércoles le ha tocado el turno al presidente valenciano, Francisco Camps) , asegura que pactó con Génova la estrategia del partido en materia de financiación antes de la reunión.

En defensa de Aguirre ha salido el consejero de Presidencia, Justicia e Interior de Madrid, Frnacisco Granados, quien ha recordado a Cospedal que su labor es "hacer oposición" mientras que la de Aguirre consiste en  "defender los intereses de los madrileños" y eso es lo que hizo el otro día con el presidente del Gobierno.